Andrés Ortega gana el Jovellanos con una reflexión sobre la tecnología y la soledad

Con «Soledad sin soledad», un libro sobre la desconexión interpersonal y la falta de concentración en el mundo moderno, la periodista y escritora gana el premio de ensayo.

  

«Vivimos una era de hiperconexión pero, al mismo tiempo, es una era de falta de contactos y aislamiento». Esa es la tesis central que el escritor y periodista Andrés Ortega Klein sostiene en Soledad sin soledad, el libro que se ha alzado con el XXXI Premio Internacional de Ensayo Jovellanos y en el que reflexiona sobre los sentimientos de soledad en un mundo (aparentemente) más interconectado que nunca. Es esa paradoja de la que bebe su texto: «Las nuevas tecnologías nos cuidan, el sol no permite relaciones reales entre nosotros. Pero, ¿cuál es el título de ese ensayo, «La soledad»? Los ingleses se aprovechan de esto, «he says», porque diferencian entre dos soledad y solitude, de esta última deberíamos usar más el equivalente español: soledad. Ortega amplía su definición a «que la soledad con uno mismo es necesaria para meditar o crear», pero la RAE la define como «carencia de compañía» o «lugar desierto». «Y ahora cree en el peligro. Porque su ensayo me llama una doble tesis: el mundo actual, con sus nuevas tecnologías y la cacareada hiperconectividad promueve, al contrario, la soledad no deseada, pero también impide esa soledad deseada y contemplativa, que hoy es imposible con el bombardeo constante de información y alertas». Las empresas de medios sociales se vuelcan para captar nuestra atención. Dicen que los datos son el nuevo petróleo, pero en realidad es la atención, y nos la están robando», afirma Ortega, muy vinculado a las tecnologías durante su vida profesional y que incluso se ocupó de que internet llegara por primera vez al Palacio de la Moncloa en 1994, cuando dirigía allí como director del Departamento de Análisis y Estudios. Más información’Soledad, sin soledad’, de Andrés Ortega» El ensayo distingue muy bien entre la soledad no buscada y la deseada que puede aportar bienestar, y una agradable sensación de introspección y que es difícil de alcanzar en una sociedad cada vez más dependiente de las tecnologías de la comunicación», dice el acta del premio. El texto de Ortega, que, como periodista, ejerció, entre otros, en este periódico, ha sido seleccionado entre 326 obras presentadas a esta edición por autores de 23 países. De hecho, el germen del libro es un artículo para el suplemento Ideas: Soledad, sin soledad, publicado en 2019″. Conceptos tan humanos como la amistad han cambiado radicalmente», explica Ortega. Cuando buscamos amigos en las redes sociales, en realidad buscamos gente que me dé un like. Cuanto más mejor, y eso va directamente en contra de la idea de amistad sana. «Ese cambio tecnológico, dice, también afecta a temas como la forma de ligar o las relaciones a distancia. Y, por supuesto, a la información». Las grandes empresas intentan venderte información, o desinformación, con la que ya te comunicas, enraizando el ambiente. Ortega Klein (Madrid, 1954) es autor de una saga de filósofos españoles encabezada por su abuelo, el filósofo José Ortega y Gasset, y seguida por su padre, José Ortega Spottorno, uno de los fundadores de EL PAS o Alianza Editorial. ¿Ha afectado el desarrollo de las nuevas tecnologías al mundo intelectual? «Claro, la soledad es necesaria para las ciencias, pero también para las letras», dice. «La reflexión colectiva es otra cosa que ha cambiado radicalmente», dice Ortega: «A veces directamente se suprime, porque en el ecosistema digital muchas veces no hay conversación real». En su ensayo, Ortega pone tres ejemplos de lo necesaria que es esta soledad: la quietud de Buda, Heisenberg, «que se fue a una isla despoblada a elaborar el aparato matemático con el que luego desarrolló su Principio de Incertidumbre, y el propio Ortega y Gasset», que pensó en pasear en soledad. Ortega ha escrito, entre otros libros, la imparable marcha de los robots, la fuerza de unos pocos, el purgatorio de la OTAN, o la razón de Europa. El Premio Internacional de Ensayo Jovellanos está dotado con 9, 000 euros y la publicación de la obra.

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«Vivimos una era de hiperconexión, pero también de falta de contactos y aislamiento». En Soledad sin soledad, el libro que ha recibido el XXXI Premio Internacional Jovellanos de ensayo, el autor y periodista Andrés Ortega Klein reflexiona sobre los sentimientos de soledad en un mundo (aparentemente) más interconectado que nunca. Es la tesis central que sostiene.

 

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