El cantante lanza su nuevo álbum, ‘La jauría’, junto con un grupo de suscriptores EL PAÍS
El 4 de noviembre, el cantante Dani Fernández regresó a los escenarios con un doble nudo en la garganta para presentar su nuevo disco, La jauría, ante un grupo de suscriptores de EL PAÍS. Por un lado, acababa de recuperarse de una úlcera que le había hecho temer por su voz y, por otro, parecía impensable estar trabajando mientras a unos cientos de kilómetros del teatro Quique San Francisco, donde tuvo lugar el encuentro organizado por EL PAÍS+, había miles de familias afectadas por la Dana. «Tengo el cuerpo removido por todas las imágenes que estamos viendo, pero también]estoy muy orgullosa de cómo España se ha volcado para ayudar», dijo cantando cuando la periodista Laura Piñero, moderadora del encuentro, le preguntó cómo se encontraba. Respecto a su salud, confesó que se asustó mucho cuando le comunicaron el diagnóstico, pero que había respondido bien al tratamiento y que las cuerdas vocales, una de sus mayores preocupaciones, estaban intactas. «Tenía cuchillos en la garganta», describió. Centrado ya en el lanzamiento de su nuevo disco, que salió a la venta el 25 de octubre, Piñero quiso ahondar en el significado del título y en el doble sentido del término «jauría», un «todos sabemos» y otro «lleno de luz». «Estamos viviendo esos dos aspectos de mi jauría (. . . ) nos hemos ayudado, pero luego hemos visto mucho odio, no tenemos respeto y buscamos culpables», explicó Fernández. Pese a todo, reconoció estar emocionado por el estreno: «Estoy nervioso, con unas ganas enormes de presentar todas estas canciones». Más informaciónLove of Lesbian: «Somos una banda que pone por encima de todo la canción «Como compositor, pone mucho de sí mismo y de sus vivencias en sus temas y eso es precisamente lo que le hace vibrar los días previos a los lanzamientos, cuando la incertidumbre de cómo será recibido su trabajo se apodera de su cuerpo. No lo considera negativo, de hecho, cree que es esa adrenalina la que le hace seguir dedicándose a la música y lo que le seguirá motivando dentro de unos años. Sin embargo, a veces es difícil diferenciar los nervios positivos de los provocados por la presión, y el cantante admitió que ésta ha sido la época de su carrera en la que más presionado se ha sentido y que desde el desconocimiento de su propia identidad musical le había costado arrancar el nuevo disco. En las primeras fases de composición, en las que el folio en blanco le aterrorizaba, tenía muy presente el tipo de público que le seguía y que le condicionaba: «Pronto me di cuenta de que no tengo que ser consciente de eso, pero todo es un proceso. Cuando empecé a hacer un tercer álbum me dije ‘¿Adónde voy? ‘ Buscando para suscriptores de EL PAÍS+ con Dani FernándezSanti BurgosCon presión o sin ella, el resultado de ese trabajo ha sido un disco con 12 temas, dos de ellos colaborando con Iván Ferreiro y Valeria Castro, donde ha mezclado varios estilos, desde ese pop «comercial» que le adjudica la industria a otros ritmos influenciados por Love. De hecho, la trama principal fue un añadido de última hora que surgió cuando apenas le quedaban unos días para entregar el disco a la discográfica (Warner) y que abandona la línea musical que comparten otras canciones». Es mi canción protegida del disco», confesó el cantante, que contó cómo su mujer, la cantante y compositora Yarea, con la que escribe la letra, se desconcertó al escuchar la melodía y cómo su sello no acabó de verla dentro de La Jauría. Pero su insistencia caducó y ahora es esa nota discordante en el disco a la que acompañan otras canciones de pop y rock, como Cariño, suéltate el pelo». Pronto fui a buscarme a mí mismo y fui cada vez más a los extremos, no tenía miedo», explicó Fernández. Todo cambia, por ejemplo, es un» tema general «que puede gustar a todo el mundo (término que el cantante utiliza para evitar el» adjetivo comercial «connotativo). Mientras estoy cantando hay una persona que está con mi hija y tengo que dar visibilidad a que se me olvidó la ciudad real para tener en cuenta en este balance de desorientación un cambio que ha sufrido su vida desde el disco anterior». Fernández fue padre por primera vez hace casi un año y le costó poner sobre la mesa esa nueva condición que, sin duda, lo ha alterado todo». Desde que tengo a mi hija la vida laboral se afronta de otra manera, la vida en la carretera no es tan fácil», admitió. Por eso, en su canción Criminal dice que «soy esclavo de mi arte, pero no quiero ir más allá». «La conciliación, aunque duela, es posible gracias a su mujer:» Déjame vivir lo que vivo, si no fuera por su esfuerzo, haciéndome seguir creciendo, no estaría aquí, tendría que estar en casa perdiendo muchas cosas de mi trabajo. «Aunque a veces cambien las tornas, reconoce que el de su mujer es un sacrificio que no siempre se valora». Mientras estoy cantando hay una persona que está con mi hija y tengo que darle visibilidad a eso», dijo. Estudié canto seis o siete años, fui y volví de Madrid el mismo día. Y, para terminar la entrevista, Piñero se remontó a los inicios de su carrera: «Llegaste a la música por accidente y la culpa la tiene un karaoke, un camarero y una canción de Sergio Dalma. » Entre risas, Dani Fernández contó cómo con siete años empezó a cantar Solo para ti, de Sergio Dalma, en un karaoke, con la suerte de que el camarero del sitio era músico y le recomendó que le llevara al conservatorio. Por suerte o por desgracia, lo echaron de la escuela de música, donde estudió bandurria, mandolina y piano. Fernández reconoció que nunca pudo hacer nada sin apasionarse y que lo único que quería era estudiar música para cantar, junto a sus compañeros, las canciones de Alejandro Sanz. Aunque con la voz ha sido un alumno responsable: «Iba y volvía de Madrid el mismo día. Estuve estudiando canto durante seis o siete años. «Defensor del destino y su causalidad, el manchego se abrazó a su pasado, incluido su paso por la banda Auryn, para agradecer el lugar donde está ahora y, antes de abandonar el escenario, casi como una ironía, fue despedido de su mejor músico cantando.
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El 4 de noviembre el cantante Dani Fernández volvió a subirse al escenario con un doble nudo en la garganta para presentar su nuevo disco, La jauría, frente a un grupo de suscriptores de EL PAÍS. Por un lado, acababa de recuperarse de una úlcera que le había hecho temer por su voz y, por el otro, le parecía impensable estar trabajando mientras a unos cientos de kilómetros del teatro Quique San Francisco, donde tenía lugar el encuentro organizado por EL PAÍS+, había miles de familias afectadas por la dana.Seguir leyendo