El Archivo Andrés Bello de la Universidad de Chile, la Biblioteca Nacional de Chile y el Centro Cultural de España en Santiago (CCESantiago) ponen a disposición del público en sus respectivas páginas web los 30 números digitalizados de esta joya patrimonial desaparecida durante décadas y considerada la primera revista cultural del exilio español.. Apenas iniciada la dictadura de Francisco Franco, en un Madrid destrozado por las bombas, un grupo de 17 republicanos antifascistas se refugió durante varios meses en la Embajada de Chile, dando vida a un significativo episodio de solidaridad diplomática y creativa en la historia de ambos países.. Ocho de ellos, Antonio Aparicio, Edmundo Barbero, José Campos, Pablo de la Fuente, Antonio de Lezama, Santiago Ontañón, Aurelio Romeo del Valle y Julio Romeo del Valle, crearon clandestinamente entre noviembre de 1939 y junio de 1940 la revista LUNA y convirtieron la palabra y la imagen en herramientas de resistencia. En LUNA reflejaron la convulsa situación política que vivían España y el mundo, rescataron del olvido las voces de los autores sobre los que ya planeaba la amenaza de la censura franquista y también dieron a conocer su propia producción literaria.. Cuando los republicanos abandonaron la embajada, el diplomático chileno Germán Vergara Donoso conservó los 30 números, escritos a máquina, en papel barba con amplios márgenes y salpicados de ilustraciones del pintor y dramaturgo Santiago Ontañón. La revista permaneció inédita hasta el año 2000, cuando el entonces director del CCESantiago, Jesucristo Riquelme, se hizo con ellos en el Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile, institución que custodia estos originales, donde permanecen preservados hasta hoy en la bóveda de tesoros patrimoniales bajo estrictas condiciones de conservación.. Con el objetivo de democratizar el acceso a la cultura y el patrimonio, el Archivo Andrés Bello de la Universidad de Chile, la Biblioteca Nacional y el Centro Cultural de España en Santiago (CCESantiago) tienen el agrado de anunciar que el proceso de digitalización de la revista que comenzó en 2023 ha llegado a su fin y que sus 30 ejemplares ya pueden ser consultados en digital por el público en los sitios web de cada institución.. «Esta revista fue una especie de mecanismo de salvación y evasión de una realidad que era muy dolorosa. Era una forma de ver la luz en un momento oscuro. El objetivo ahora es democratizar este valioso patrimonio y lograr esa masividad que no tuvo en un principio. Su difusión nos permitirá conocer, apreciar y quizás comprender más profundamente el papel de la cultura en la salvación de las personas en un contexto represivo», afirma Arianda Biotti, coordinadora del Área de Investigación Patrimonial del Archivo Central Andrés Bello.. Estos volúmenes digitalizados ya están disponibles en los portales web de la Biblioteca Digital de la Universidad de Chile, la Biblioteca Nacional de Chile y el Centro Cultural de España en Santiago.. LUNA se escribió de noche, en medio del sigilo y en la más absoluta clandestinidad porque en 1939 aún no se había firmado la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, que establecía la inviolabilidad de las embajadas, y los franquistas podían entrar en cualquier momento. La revista es, por tanto, el producto de la determinación de un grupo de republicanos españoles que no querían rendirse y del compromiso de las autoridades chilenas con los principios fundamentales de la diplomacia: amparar a los perseguidos y respetar la libertad de pensamiento.. «Nos complace haber contribuido a que el contenido de la revista LUNA se difunda en distintos formatos. Afortunadamente, la Biblioteca Nacional cuenta con equipos técnicos y humanos que nos han permitido abordar este tipo de iniciativas relevantes», señala Soledad Abarca, directora de la Biblioteca Nacional de Chile.. En septiembre del año pasado, en el marco de las actividades relacionadas con la memoria organizadas por el centro con motivo del 50 aniversario del golpe cívico militar en Chile, el Centro Cultural de España inauguró la exposición «LUNA. Refugiados de la nocturnidad forzada», una muestra de carácter escenográfico-experimental que honró la gesta de este grupo de refugiados y atrajo a miles de visitantes durante varios meses. . El papel de la cooperación internacional entre Chile y España «alcanzó un compromiso extremo con la ayuda prestada durante la guerra civil española en un clima violento e incierto. Lo ocurrido en la Embajada de Chile en Madrid es un hecho notable e inédito en la diplomacia internacional. Según Paula Palicio, directora del CCESantiago, es importante destacar acciones como ésta en estos tiempos en que la defensa de los derechos humanos es primordial. . Estos volúmenes digitalizados ya son accesibles a través de las páginas web del Centro Cultural de España en Santiago, la Biblioteca Nacional de Chile y la Biblioteca Digital de la Universidad de Chile.
El Archivo Andrés Bello de la Universidad de Chile, la Biblioteca Nacional de Chile y el Centro Cultural de España en Santiago (CCESantiago) publican las 30 versiones digitalizadas de este tesoro patrimonial en sus respectivas páginas web. Se cree que se trata de la primera revista cultural del exilio.
El Archivo Andrés Bello de la Universidad de Chile, la Biblioteca Nacional de Chile y el Centro Cultural de España en Santiago (CCESantiago) ponen a disposición del público en sus respectivas páginas web los 30 números digitalizados de esta joya patrimonial desaparecida durante décadas y considerada la primera revista cultural del exilio español.. Apenas iniciada la dictadura de Francisco Franco, en un Madrid destrozado por las bombas, un grupo de 17 republicanos antifascistas se refugió durante varios meses en la Embajada de Chile, dando vida a un significativo episodio de solidaridad diplomática y creativa en la historia de ambos países.. Ocho de ellos, Antonio Aparicio, Edmundo Barbero, José Campos, Pablo de la Fuente, Antonio de Lezama, Santiago Ontañón, Aurelio Romeo del Valle y Julio Romeo del Valle, crearon clandestinamente entre noviembre de 1939 y junio de 1940 la revista LUNA y convirtieron la palabra y la imagen en herramientas de resistencia. En LUNA reflejaron la convulsa situación política que vivían España y el mundo, rescataron del olvido las voces de los autores sobre los que ya planeaba la amenaza de la censura franquista y también dieron a conocer su propia producción literaria.. Cuando los republicanos abandonaron la embajada, el diplomático chileno Germán Vergara Donoso conservó los 30 números, escritos a máquina, en papel barba con amplios márgenes y salpicados de ilustraciones del pintor y dramaturgo Santiago Ontañón. La revista permaneció inédita hasta el año 2000, cuando el entonces director del CCESantiago, Jesucristo Riquelme, se hizo con ellos en el Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile, institución que custodia estos originales, donde permanecen preservados hasta hoy en la bóveda de tesoros patrimoniales bajo estrictas condiciones de conservación.. Con el objetivo de democratizar el acceso a la cultura y el patrimonio, el Archivo Andrés Bello de la Universidad de Chile, la Biblioteca Nacional y el Centro Cultural de España en Santiago (CCESantiago) tienen el agrado de anunciar que el proceso de digitalización de la revista que comenzó en 2023 ha llegado a su fin y que sus 30 ejemplares ya pueden ser consultados en digital por el público en los sitios web de cada institución.. «Esta revista fue una especie de mecanismo de salvación y evasión de una realidad que era muy dolorosa. Era una forma de ver la luz en un momento oscuro. El objetivo ahora es democratizar este valioso patrimonio y lograr esa masividad que no tuvo en un principio. Su difusión nos permitirá conocer, apreciar y quizás comprender más profundamente el papel de la cultura en la salvación de las personas en un contexto represivo», afirma Arianda Biotti, coordinadora del Área de Investigación Patrimonial del Archivo Central Andrés Bello.. Estos volúmenes digitalizados ya están disponibles en los portales web de la Biblioteca Digital de la Universidad de Chile, la Biblioteca Nacional de Chile y el Centro Cultural de España en Santiago.. LUNA se escribió de noche, en medio del sigilo y en la más absoluta clandestinidad porque en 1939 aún no se había firmado la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, que establecía la inviolabilidad de las embajadas, y los franquistas podían entrar en cualquier momento. La revista es, por tanto, el producto de la determinación de un grupo de republicanos españoles que no querían rendirse y del compromiso de las autoridades chilenas con los principios fundamentales de la diplomacia: amparar a los perseguidos y respetar la libertad de pensamiento.. «Nos complace haber contribuido a que el contenido de la revista LUNA se difunda en diferentes formatos. Afortunadamente, la Biblioteca Nacional cuenta con equipos técnicos y humanos que nos han permitido abordar este tipo de iniciativas relevantes», señala Soledad Abarca, directora de la Biblioteca Nacional de Chile.. En septiembre del año pasado, en el marco de las actividades relacionadas con la memoria organizadas por el centro con motivo del 50 aniversario del golpe cívico militar en Chile, el Centro Cultural de España inauguró la exposición «LUNA. Refugiados de la nocturnidad forzada», una muestra de carácter escenográfico-experimental que honró la gesta de este grupo de refugiados y atrajo a miles de visitantes durante varios meses. . El papel de la cooperación internacional entre Chile y España «alcanzó un compromiso extremo con la ayuda prestada durante la guerra civil española en un clima violento e incierto. Lo ocurrido en la Embajada de Chile en Madrid es un hecho notable e inédito en la diplomacia internacional. Según Paula Palicio, directora del CCESantiago, es importante destacar acciones como esta en estos tiempos de violencia donde la defensa de los derechos humanos está por encima de todo. . Estos volúmenes digitales ya son accesibles a través de las páginas web del Centro Cultural de España en Santiago, la Biblioteca Nacional de Chile y la Biblioteca Digital de la Universidad de Chile.