El responsable del Servicio Insular de Museos asume que el primer litigio se resolvió favorablemente en este sentido en el marco de la Ley de Memoria Democrática, y la nieta celebra «una desgracia» en honor a la memoria de su abuelo.
De izquierda a derecha, Alicia Bolaños, jefa del Servicio de Museos, Guacimara Medina, concejala de Cultura, Francisca Rico Gómez, Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria y Pedro Rico Gómez, en el momento de la firma, hoy en la Casa de Colón de Las Palmas de Gran Canaria. Ángel Medina G. /FotoEl proceso de firma se alargó. Hubo que señalar unos cuantos nombres en un buen montón de folios. Mientras las autoridades tocaban, los octogenarios hermanos Francisca y Pedro Rico Gómez esperaban el turno de los pacientes. Unos minutos más, espera el último. El 9 de junio de 1938, en plena Guerra Civil, incautaron cinco cuadros en la casa madrileña de su abuelo Pedro Rico, alcalde republicano de Madrid. Tras el conflicto, Franco no los devolvió. Al contrario, los envió a Las Palmas de Gran Canaria. Y hasta ahora se han movido los herederos este jueves, 86 años después, para recuperarlos. Nunca conocieron a su abuelo. Al menos ahora podrán recordarle cada vez que miren sus lienzos. Más informaciónEl inventario cultural no resuelve el enorme rompecabezas de las obras de arte incautadas durante la Guerra Civil y la dictaduraLos documentos, autografiados en un acto en la Casa de Colón de la ciudad, suponen la primera devolución de obras de arte incautadas a víctimas de la dictadura realizada al amparo de la Ley de Memoria Democrática, según invitó a este acto diario Alicia Bolaños, jefa del Servicio de Museos del Cabildo de Gran Canaria. Sólo quedan detalles: concretar la caja más adecuada para el envío o aclarar el asunto con la aduana. Así resonaron música, palabras como «libertad, justicia, deber moral y honor» y grandes aplausos del medio centenar de asistentes cuando la nieta concluyó: «Recuperarlos es una deshonra para la memoria de nuestro abuelo». Se cerraba así un proceso de ocho décadas entre Guerra Civil, dictadura, olvido, investigaciones, un inventario, trabas burocráticas, tres generaciones y otros muchos informes jurídicos. «Es maravilloso, increíble. Estoy muy contenta», añadió Francisca Rico Gómez. «¿Pensabas que llegaría este momento? preguntaron a los dos hermanos. -Sí. -¿Estáis convencidos? -Sí. Y que el adjetivo más utilizado para definir el procedimiento era» completo». » Así lo describe también la nota informativa emitida por el Cabildo. El periplo del expediente comenzó en marzo de 2023, cuando la familia reclamó los lienzos a la Casa de Colón. Su origen, sin embargo, se remonta a la mayor tragedia de la historia de España. La Junta Delegada de Incautación de la República &apos, s se hizo con las obras para protegerlas del conflicto, al igual que ocurrió con muchas otras. Para entonces, Rico también había buscado la salvación: primero, se unión a la Embajada de México; después, marchós a Valencia, escondido en el portaequipaje de Nili, el banderillero del torero Juan Belmonte. Mientras el propietario se vio obligado a huir a América, sus obras acabaron depositadas en el Prado». Entre 1939 y 1940 el régimen abrió un proceso para que la gente pudiera pedir devoluciones. Pero había que decir quién eras, dónde habías estado en la guerra, y pagar una determinada cantidad», explica el conservador del Servicio de Museos, Francisco Javier Pueyo. Los cinco cuadros devueltos a la familia de Pedro Rico en la Casa de Colón de Las Palmas de Gran Canaria. Ángel Medina G. /FotoDificil, o incluso imposible solicitarlos, para Rico y gran parte de los afectados. El profesor Arturo Colorado Castellany, uno de los mayores expertos en la materia, suele hablar de» un movimiento de obras como nunca se había producido en España». «Miles de piezas acabaron lejos de casa, en ministerios, universidades, museos, oficinas públicas o incluso en manos de otros particulares. Y miles de propietarios les perdieron la pista. Estaban muy ocupadas. Los cuadros de Rico, en concreto, llegaron a Gran Canaria en enero de 1942, porque el Gobernador Civil de Las Palmas, Plácido Álvarez Buylla, los solicitó a la Comisaría General del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional para constituir un Museo de Bellas Artes. Desde 1952, fueron custodiados y conservados en la Casa de Colón. El ex alcalde no volvió a verlos: murió en el exilio en Francia en 1957. No recuperó ni su biblioteca, ni su archivo personal, ni otros cuadros que hoy son el Museo Nacional del Romanticismo o el Museo del Traje. Miles de visitantes, en cambio, pudieron observar cinco de sus lienzos donde estuvieron expuestos durante décadas: en la misma sala de la Casa de Colón que hoy acogió el acto de restitución. Durante el proceso, nunca se ha hecho hincapié en el potencial valor económico o artístico de Majas regalando un guarochista, Toro embistiendo a un grupo y Cruz de mayo, de Eugenio Lucas Velázquez, Mosqueteros: La venta del caballo, de Francisco Domingo Marqués, y Banderillas de fuego, de Roberto Domingo Fallola. Su impacto emocional, sí, es incalculable». La Administración debería ser ejemplar en este caso», dijo Alicia Bolaños. Y más desde la aprobación de la Ley de Memoria Democrática, en octubre de 2022, diseñada precisamente para proteger, ayudar y compensar a los represaliados por la dictadura. El artículo 3 de la ley extiende la condición de víctima a quienes» pagaron la represión económica con embargos y pérdida total o parcial de bienes, multas, inhabilitación y enajenación. «Y el 31, citado en el acto por Bolaños, se impone» el derecho a la restitución de los bienes incautados «, además de prometer una auditoría de» bienes priorizados durante la Guerra y la Dictadura «en el plazo de un año. Con ocho meses de retraso, el Ministerio de Cultura publicó en junio un inventario con las 5. 126 piezas incautadas y no devueltas en los 16 museos estatales que dependen de su gestión. Sigue siendo, a día de hoy, el único que ha cumplido. Del resto de organismos del Ejecutivo nada se sabe públicamente. Este periódico preguntó a los 22 ministerios, a través del portal de Transparencia, si custodian obras incautadas durante la Guerra Civil o la dictadura y nunca devueltas. La mitad respondió que no lo sabe. Algunos matematizaron o informaron de que preparan un inventario. Defensa reconoció que expone en sus instalaciones al menos 11 tablas con ese origen. Dos conservadores de la Casa de Colón con el cuadro incautado a Pedro Rico, ‘ Cruz de Mayo’, de Eugenio Lucas, en una imagen facilitada hace meses por el Cabildo de Gran Canarias». Si ya han sido víctimas de un régimen incompatible con la democracia, no lo van a ser de la inacción de la Administración», dijo hoy el jefe del Servicio de Museos de Canarias. Así, hace año y medio recibieron a la familia en el centro, le enseñaron las obras y, con un estudio interno de Pueyo, comprobaron que los cuadros pertenecían en realidad a Rico. Según Bolaños, se cumplían los requisitos necesarios: habían acreditado la condición de víctima, y los interesados en el procedimiento, añadieron el» deber moral «de la administración y el concepto de reparación introducido por la Ley de Memoria Democrática. Sólo faltaba -y sigue faltando- el reglamento que la misma norma prometió desarrollar en seis meses. Así, para abrir su expediente en octubre de 2023, Bolaños recibió el Real Decreto 2134/2008, que regula» la restitución a particulares de los documentos incautados con motivo de la Guerra Civil», pero también menciona» otros efectos». Sus prisas, sin embargo, se frustraron pronto. Detuvo su expediente cuando descubrió que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado estaban preparando un informe sobre el tema. El Ministerio de Cultura le dijo que no podía facilitárselo, pero que le enviaría otro documento». Y ahí se quedó la cosa, «declaró Bolaños en junio de 2024. Así que insistió: pidió reuniones con el Ministerio de Ernest Urtasun y con el de Memoria Democrática. El segundo les atendió y» feliz «por su trabajo. De hecho, se agradeció la colaboración del ministerio que dirige Angel Víctor Torres Pérez, al que se envió una invitación. Finalmente, ni el ministro ni ningún representante acudieron. Imagen sin fecha de una sala del Museo del Prado con los lienzos que regresaron a España desde Ginebra, adonde fueron enviados para evitar que resultaran dañados por los bombardeos durante la Guerra Civil.. EFEEn el acto, Bolaños citó otro artículo de la ley, el 14:» Las actuaciones que lleven a cabo las administraciones públicas en materia de memoria democrática [. . . ] se regirán por los principios de colaboración y subsidiariedad». «Hace unos meses, los familiares de Rico incluso enviaron una carta al propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para desbloquear la situación. Entre otras cosas, porque participó en un acto de homenaje al ex alcalde republicano y a otras víctimas del franquismo en octubre de 2023. Para el Servicio de Museos y Cabildo, sí ha tenido siempre palabras de agradecimiento la abogada de la familia, Laura Sánchez Gaona:» Da gusto ver cuando la administración pública tiene corazón». » Y Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, expresó este jueves una esperanza:» Abramos camino y esto se reproduce». Lo cierto es que hay miles de piezas perdidas para completar el puzzle. El pasado mes de mayo, el Ayuntamiento de Burgos devolvió a la familia De la Sota y Llano el Retrato de Dama, un cuadro secuestrado por los franquistas desarraigados en 1938. Y los mismos herederos recuperaron otros dos lienzos, a cargo del Ministerio de Industria y Turismo. El Prado, por su parte, encargó a Colorado una investigación interna que encontró en sus fondos 70 obras incautadas durante la Guerra Civil y el franquismo. Entre ellas, dos de Pedro Rico, que Gaona ya ha reclamado. El letrado señala que a medida que avanza el proceso, y que el museo ha trasladado la «intención explicativa de poder realizar la restitución lo antes posible dentro del marco legal. » Quizás, muy pronto, Francisca y Pedro Rico Gómez vuelvan a sentirse para firmar. Después de tener tanta paciencia, ahora no se espera otra cosa. BabeliaLos mejores críticos evalúan obras literarias en nuestro boletín semanal.
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El proceso de firma llevó un tiempo. Hubo que señalar unos cuantos nombres en un buen montón de folios. Mientras las autoridades tocaban, los octogenarios hermanos Francisca y Pedro Rico Gómez esperaban el turno de los pacientes. Unos minutos más, espera el último. El 9 de junio de 1938, en plena Guerra Civil, incautaron cinco cuadros en la casa madrileña de su abuelo Pedro Rico, alcalde republicano de Madrid. Tras el conflicto, Franco no los devolvió. Al contrario, los envió a Las Palmas de Gran Canaria. Y hasta ahora se han movido los herederos este jueves, 86 años después, para recuperarlos. Nunca conocieron a su abuelo. Por lo menos ahora que usted puede recordarlo de todas sus pinturas. Seguir leyendo