¿Cómo adaptar a la televisión un libro que tiene los rostros que cada uno de sus lectores ha puesto a lo largo de casi 60 años? Los personajes que son casi patrimonio de un país. . La entrada Cien años de soledad, un clásico del cine de Garca Márquez aparece primero en Cubadebate.
¿Cómo se adapta a la televisión un libro que tiene los rostros que cada uno de sus lectores ha puesto a lo largo de los últimos casi 60 años? Los personajes que son casi patrimonio de un país. . La entrada Cien años de soledad, un clásico de Garca Márquez aparece primero en Cubadebate.
¿Cómo se adapta a la televisión una novela cuyos personajes, que son casi patrimonio de un país, tienen las caras que cada uno de sus lectores ha puesto a lo largo de casi 60 años? Este reto -reconocido en su día por el autor de la obra, el escritor colombiano Gabriel García Márquez- fue el principal desafío que los productores tuvieron detrás de la adaptación a la televisión de la novela «Cien años de soledad», una de las obras modernas. Este miércoles, tras varios años de trabajo, los espectadores -muchos de ellos, lectores de la novela- se enfrentarán a esta versión producida por el gigante del streaming Netflix. Esta versión televisiva ha sido una costosa producción que incluyó no sólo la creación de una versión física del mítico pueblo de Macondo, construida en un rincón del sur de Colombia, sino también un difícil proceso de crear la mejor adaptación de una historia que está en el inconsciente colectivo no sólo de los colombianos sino de los lectores de toda Latinoamérica (la novela ha vendido cerca de un millón de ejemplares sólo en el continente). Ese era el temor del propio García Márquez, que durante más de 50 años se negó a ceder los derechos de la obra por una sencilla razón: «Prefiero que mis lectores sigan imaginando a mis personajes», dijo en una entrevista radiofónica en 1991. Pero, tras su muerte en 2014, esa idea dio un giro. El precepto de García Márquez parecía aplicarse exclusivamente a «Cien años de soledad» y a la saga de los Buendía, porque muchas de sus obras sí fueron llevadas al cine en vida del autor, como «El coronel no tiene quien le escriba» (1999), «Memorias de mis putas tristes» (2011), «El amor en los tiempos del cólera» (2007) y los cuentos «En este pueblo no hay ladrones». Y en torno a eso sumergió a los espectadores en un universo donde se sintieron en Macondo», le dijo a BBC Mundo Laura Mora, una de las directoras de la serie. A partir de este miércoles se podrán ver por internet ocho capítulos de una hora de duración cada uno (habrá una segunda temporada con otros ocho capítulos), donde el descenso de los Buendía llegará por primera vez a la televisión. Un proceso de adaptaciónEn abril de 2014, el mundo se enteró de la muerte de Gabriel García Márquez en México. Entonces comenzó una nueva etapa para saber qué pasaría con su legado. Luego, en 2019 hubo una gran noticia: dos hijos del escritor, Rodrigo y Gonzalo García Barcha, anunciaron que los derechos de su obra maestra», Cien años de soledad», habían sido vendidos a Netflix para su adaptación. En 1987, García Márquez había sugerido que, aunque no veía factible adaptar la novela al cine, sí creía posible realizar varios capítulos». Lo primero que tuvimos claro en el proceso de adaptación es que la literatura y la televisión son dos lenguajes muy diferentes y que intentar hacer algo mejor de lo que ya había en la novela era pecar de soberbia», dice Mora. Y había retos muy grandes, por ejemplo en la novela hay muy pocos diálogos y tuvimos que hacer un gran trabajo para ver cómo hablaban esos personajes, cómo se comunicaban entre ellos», añade. Luego se sentaron las bases con un precepto básico: la producción tenía que ser colombiana y filmar Colombia. Según medios locales, Netflix invirtió cerca de 50 millones de dólares para poner en marcha el proyecto, que incluyó la construcción de todo un pueblo para recrear Macondo. Además, se realizó una minuciosa investigación de las costumbres y tradiciones que eran comunes en Colombia durante el siglo XIX y principios del XX para lograr una recreación lo más cercana posible a la realidad de lo que García Márquez cuenta en su libro. Pero el principal reto siguió rondando a directores y productores: los rostros de los protagonistas. ¿Qué aspecto tendría el coronel Aureliano Buendía? ¿Qué aspecto tendría Úrsula Iguarán? Es muy difícil competir con nuestra propia imaginación. Con el vínculo que cada uno tiene en su cabeza. Así que lo que hicimos fue afrontar un trabajo muy riguroso en el casting y además recorrimos toda Colombia en busca de nuevos talentos», dijo Mora. Tras varios meses de búsqueda, los personajes principales quedaron en manos de una combinación de actores experimentados y nuevas revelaciones. El coronel Aureliano Buendía en su etapa adulta fue personificado por el bogotano Claudio Cataño. Marleyda Soto Ríos, de Cali, fue convocada como Úrsula Iguarán, mientras que Diego Vásquez, de Ibagué, es el patriarca José Arcadio Buendía, entre otros». Creo que la apuesta que hicimos, de respetar la novela y ser justos, nos permitió conseguir actores que sí le dan vida, materialidad y alma a esos personajes. Y creo que ese es uno de los grandes logros de la serie», añade MoraEl realismo mágicoPero no se trata sólo de adaptar la saga de una familia colombiana (o latinoamericana), sino también de reflejar que el libro está lleno de acontecimientos especiales como la levitación del cura o la lluvia de flores amarillas cuando muere José Arcadio Buendía». Se optó por no hacerlo con los artificios de los efectos especiales, sino de una forma mucho más material, más real. Por eso la levitación del cura se hizo con la ayuda de cables -que luego quitamos con ordenador- para que se acercara a lo narrado en el libro», apunta el director. También la lluvia de flores fue con flores de verdad y otras de plástico. La intención era ser lo más artesanal posible a la hora de recrear estas escenas», añade. Tras más de dos años de producción -que continúan con la grabación de la segunda temporada- Macondo y los Buendía. . . y las reacciones no se han hecho esperar. Por ejemplo, uno de los hijos de García Márquez, Rodrigo, que es director de cine y productor ejecutivo de la serie, afirmó que «Gabo vería la serie, sin duda». «Es una experiencia diferente y hay que tratar de apreciarla por lo que es, no comparar el libro constantemente, para mí son proyectos hermanos que se complementan», dijo durante el estreno de la serie este lunes en Bogotá. La propuesta de los ocho primeros capítulos de la producción de Netflix también ha sido recibida de la misma manera por la crítica. «Encontramos las imágenes que han estado en la cabeza de los lectores durante más de medio siglo: la lluvia de flores amarillas que anuncia la muerte de José Arcadio y el hilo de sangre que serpentea el pueblo hasta llegar a los pies de Úrsula para decirle que su hijo ha muerto son sorprendentemente bellas», escribió el crítico de cine Jack Seale en el diario británico The Guardian. «Hay suficientes maravillas retorcidas en esta serie como para que merezca la pena volver a Macondo», continúa. Pero otros no se han mostrado tan entusiastas con la adaptación. La escritora colombiana Carolina Sanín señaló en su cuenta X. «Ver la serie, si no se ha leído el libro, sí atrofia la posibilidad de leer el libro de una manera profunda, rica y compleja. Lo estrecho, disminuye, determina. Así que no es cierto tampoco ‘ acercar ‘ a nadie al libro. Los aleja», dijo.
Cultura – Cubadebate