Con el pelo, David Galván, que tuvo el toro más atascado en su obra, El Fandi, y Ginés Maren, que tuvo el peor lote de una corrida de Alcurrén de comportamiento bello y muy desigual, tuvieron una obra inspiradora, El Fandi.
El problema de los toreros es que hay que matar toros, y de esa clase, llamada con «suprema» razón, dependen muchos triunfos y, no pocas veces, hasta un carro. He aquí el obstáculo que se encontró el bueno de David Galván en La Maestranza. Después de una faena primordial a su primer toro, cincelada con sublimes destellos y rebosante de inspiración, va y falla hasta cuatro veces con el descabello, que es algo así como un borrón en una obra de arte. La inspiración del artista quedó en la retina de los presentes, pero la obra resultante no estaba preparada para ser admirada en un museo. Y mira que el torero gaditano empezó bien, aunque el material (el toro) no era para tirar cohetes, noble, sino con un punto de sodomía, lo que no impidió que Galván estuviera inspirado de principio a fin. Fueron, quizá, seis los pases de pecho que dibujó, de pitón a rabo, toreando con el pecho real, muy templado, monumental, de los que arrancan los cacharros de las mismas entrañas. Apenas. Y hubo varios cambios de mano, quizá tres, que conformaron todo un tramo de armonía. Su obra era un conjunto sublime de trazos emotivos, diferentes, novedosos, íntimos, emocionantes. No era una hazaña al uso, sino una interpretación muy personal del arte del toreo. Pero la rúbrica final era una pluma. Cuando tomó la muleta en el quinto, la expectación se mascaba en la plaza. A ver, a ver. . . Y devolvió el toreo pleno de naturales, que viene de los adentros, sin designio planificado. Sonó la música, pero el toro, más agrio y ramplón que el anterior, sólo le permitió unos lises a media altura y dos circulares finales. Y otra vez el descabello. . . El producto final, dos ovaciones que saben a muy poco. Un toro fracasado. Volvió por enésima vez El Fandi, y volvió a pasar desapercibido a pesar de que le tocó el mejor toro de la tarde, el noble cuarto. Este torero, veterano donde los haya, parece haber agotado el tarro de las esencias. Ya ni siquiera se emociona con las banderillas. Quizá, es que El Fandi está muy visto. Just tuned as a good professional he is in his first, Y ante el cuarto, quiso dar el do de pecho y se puso de rodillas al principio con la muleta, y en dos giros dibujó trayectorias circulares, varias mutilaciones largas, y dos de pecho, ya en un hoyo, que vino a confirmar que saboreaba con mejor gusto de ojos que de pie. Tanto que consiguió que la banda de música amenazara el momento con un doblete. Sin embargo, cuando recuperó la verticalidad, se transformó en el aburrido y sin fondo Fandi, y tras un pinchazo y estocada, el toro, de nombre Profesor, se llevó el tributo de las libidos en el arco. Ginés Marín no tuvo suerte. Sus buenas maneras permanecen intactas, y hubo detalles de toreo profundo, pero sus toros, los peores del encierro manso y desigual, sólo le permitieron manifestarse solvente y aseado. Alcurucén / El Fandi, Galván, Maríntoros de Alcurucén, bien presentados, mansurrones, reservones, nobles y sosos, destacó el cuarto, manso y noble. El Fandi: pinchazo, estocada y un descabello (silencio), pinchazo y estocada (ovación). David Galván: estocada pasada -ahora- y tres barevos (ovación), y estocada -ahora- y cuatro barevos (ovación). Ginés Marín: pinchazo, medio barevos – (ovación), stocada (silencio). Plaza de La Maestranza. 30 de abril. Quinta sesión de la Feria de Abril. Algo menos de la mitad.
Feed MRSS-S Noticias
La cuestión de los bulldozers es que los toros deben ser matados, y de ese tipo, se llama con «suprema» razón, dependen de muchos triunfos, y no sólo una vez, incluso en un carro. Seguir leyendo Alcurucén / El Fandi, Galvan, MarínToros de Alcurucén, bien presentados, mansurrones, reservones, nobles y sosos, destacó el cuarto, manso y de los dorados.. El Fandi: pinchazo, estocada y un descabello (silencio), pinchazo y estocada (ovación).. David Galván: estocada pasada – ahora – y tres unhair (ovación), estocada pasada – ahora – y tres unhair (ovación). . Ginés Marín: pinchazo, media punta -aviso- (ovación), estocada (silencio).. Plaza de La Maestranza. 30 de abril. Quinta sesión de la Feria de Abril. No mucho más de la mitad del camino.