‘Giulio Cesare’ de Handel vuelve al Liceu, tan humanista como ‘kitsch’

Otra producción poco fiable de Calixto Bieito, apenas compensada por el legendario William Christie, dirigida por la orquesta del teatro barcelonés con instrumentos de antaño y un fuerte reparto encabezado por Julie Fuchs como Cleopatra.

  

A William Christie le habría gustado preguntar a George Frideric Handel lo que intriga a todo ser humano: ¿qué hay después de la muerte? Si ha estado ahí todo este tiempo y, en el caso de que no haya una vida después de la muerte, entonces sus óperas serían suyas. Lo confiesa en un vídeo promocional del regreso de Giulio Cesare al Liceu el pasado domingo 25 de mayo, tras más de veinte años de ausencia, y en una coproducción de Calixto Bieito estrenada en Ámsterdam hace dos años. Fue el debut en el teatro barcelonés del legendario director estadounidense de Les Arts Florissants, de 80 años de antigüedad, al frente de la orquesta titular, que por primera vez utilizó instrumentos del tiempo. Una oportunidad para disfrutar de su Haendel humanista, que también destaca en el citado vídeo: un compositor del siglo XVIII con el poder de retratar la condición humana de forma atemporal y de permitir que el público actual se reconozca en sus óperas. Más detalles sobre la ópera más española de Wagner, «El oro», no son visibles en París. Esto contrasta con la sugerencia escénica de Bieito, que traslada la acción de la exitosa ópera de Haendel del Egipto del 48 a. C. a un entorno comparable al actual Catar. El escenario de Rebecca Ringst, formado por una jaula metálica que gira y se eleva por un lado para evocar el pabellón de Arabia Saudí en la Expo de Dubái 2020, cuenta con atractivos y coloridos vídeos de Sarah Derendinger. Pero la tensión teatral vuelve a ser un problema para el director de escena español, como ya ocurriera al comienzo de su revisión de El anillo wagneriano de Nibelungo en París, y cada personaje parece construido improvisadamente a partir de lo que ofrecen sus cantantes. Un bajo nivel teatral que contrasta con la brillantez escénica vista en otras producciones actualizadas de Haendel, como Orlando, de Claus Guth, y Theodora, de Katie Mitchell. No ayudó el insustancial vestuario de Ingo Krügler, que no distingue entre romanos y egipcios. Y fue un lastre la división de la ópera en dos partes muy extensas, que diluyen la división en tres actos y utilizan sin razón de peso el ario vengador de Sexta L’angue offeso mai riposa come cessura. El concursante Xavier Sabata cantando el aria ‘ Empio, diró, tu sei ‘ de ‘ Giulio Cesare ‘ de Haendel, el 25 de mayo en el Liceu. David RuanoLa falta de ideas escénicas provocó que la primera parte, con casi dos horas de duración, afectara a la música. Christie arrancó la obertura con nervio y condujo las primeras escenas con solemnidad, intensidad y preciosismo. Pero todo se diluyó en una corrección más o menos anodina, como quedó claro en el recitativo Alma acompañada del gran Pompeo o en el aria Va tacito e nascosta, donde la orquesta cubrió al solista, aunque retrocedió en algún momento, como en el bello dúo entre Cornelia y Sexto que cierra el primer acto Son nata a lacrimar. Las decisiones sobre la partitura de Haendel fueron, en general, correctas, con comprensibles tijeretazos en los recitativos y algunas sorpresas, como la supresión del Aria de Cleopatra You the mine stella sei, donde muestra su cara más humana y menos pragmática, en favor de la insustancial aria del eunuco Nirene Chi perde a moment, que Haendel escribió para la reposición de 1725, pero no para una contralto castrada, sino para una soprano. Todo mejoró en la segunda parte y especialmente en el tercer acto donde Christie manejó la retórica fundamental del aria da capo, con esa secuencia que define como inizo-confutatio-confirmatio. Lo demostró en el magistral acompañamiento del aria de Cleopatra, Piangerò la sorte mia. La Orquesta del Gran Teatre del Liceu brilló con instrumentos de época: una polvorienta y gruesa cuerda, buenas maderas y cuatro potentes tubos naturales, que se ilustraron en la sinfonía con la que se abre el epílogo. La dirección escénica de Bieito, a cargo de Astrid van den Akker en esta reposición, también encontró más chispa y dinamismo en la segunda parte, donde surgieron ideas más reconocibles en Bieito: la sangre, el helado barato, la batalla que vence Tolomeo convertida en un campeonato de boxeo de los siete cantantes y el final feliz kitsch con ostentosas varas de oro. Todo ello no elevó el nivel escénico ni la construcción psicológica de los personajes. La soprano Julie Fuchs cantando el aria ‘ Da tempeeste il legno infranto ‘ de ‘ Giulio Cesare ‘ de Haendel, el pasado 25 de mayo en el Liceu. David RuanLa gran triunfadora de la noche fue Julie Fuchs, que interpretó a Cleopatra. La soprano de Meaux exhibió su desvío escénico desde la primera intervención y convirtió el aria Da tempeste il legno infranto, que canta en el tercer acto llena de alegría tras su encuentro con Giulio Cesare, que la salva del suicidio, en la mejor de la noche, acompañada de otro destello de la tumba de Christie. La cantante francesa, sin embargo, no brilló tanto en las escenas más sentidas de Haendel escritas para Francesca Cuzzoni como en el recital al que siguió el segundo acto y el aria Se pietà di me non senti. Tras su exhibición técnica en el aria Empio, dir, tu sei, el contratenor catalán Xavier Sabata arrancó los primeros aplausos de la noche con la resolución de interpretar el papel protagonista, escrito para la casación Senesino. Sin embargo, su meliflua versión de Giulio Cesare no profundizó lo suficiente en la psicología del personaje como para levantar los números más destacados de la ópera, como el recitativo acompañado y el aria Dall’ondoso periglio. Por el contrario, el contratenor Cameron Shahbazi, que debutó en el Liceu, imprimió un eficaz tono siniestro al inconsistente y malvado Tolemy. Se trata de otro personaje originalmente escrito para contralto castrato, que el canadiense de ascendencia iraní elevó en su primera aria L’empio, sleale, indegno. Otra debutante muy aplaudida fue la mezzosoprano británica Helen Charlston en el papel de Sexta, que destacó en el aria Cara tema con exquisitas fluctuaciones musicales, un tono ligeramente tostado y atractivos ornamentos. Su colega italiana Teresa Iervolino fue una austera y elegante Cornelia, y el barítono murciélago José Antonio López fue un convincente malo como consejero de Achilla. El contratenor gallego Alberto Miguélez Rouco, que solidificó la referencia del eunuco Nirene, y el joven barítono barcelonés Jan Antem, que actuó como el tribuno Curio tanto en los recitativos como en el coro, fueron los últimos integrantes del reparto, convertido en ensamble vocal, tal y como indica la partitura de Haendel. Giulio CesareMúsica de George Frideric Handel. Libreto de Nicola Francesco Haym (basado en el libreto homónimo de Giacomo Francesco Bussani). Xavier Sabata, contrator (Giulio Cesare), Julie Fuchs, soprano (Cleopatra), Cameron Shahbazi, contrator (Tolomeo), Teresa Iervolino, mezosoprano (Cornelia), Helen Charlston, mezoprano (Sesto Pompeo), José Antonio López, barítono (Achilla), Jan Antem, barítono (Curiroto), y Títónico (Jorge. Reposición: Astrid van den Akker. Gran Teatre del Liceu, 25 de mayo. Hasta el 7 de junio.

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Lo que intriga a todo ser humano: ¿qué hay después de la muerte? a William Christie le hubiera gustado preguntarle a George Frideric Handel. Si ha estado ahí todo este tiempo y, en caso de que no haya una vida después de la muerte, entonces sus óperas serían suyas. Lo confiesa en un vídeo promocional del regreso de Giulio Cesare al Liceu el pasado domingo 25 de mayo, tras más de veinte años de ausencia, y en una coproducción de Calixto Bieito estrenada en Ámsterdam hace dos años. Fue el debut en el teatro barcelonés del legendario director estadounidense de Les Arts Florissants, de 80 años de antigüedad, al frente de la orquesta titular, que por primera vez utilizó instrumentos del tiempo. Una oportunidad para disfrutar de su Haendel humanista, que también destaca en el citado vídeo: un compositor del siglo XVIII con el poder de retratar la condición humana de forma atemporal y permitir que el público actual se reconozca en sus óperas. Seguir leyendo Giulio CesareMúsica de George Frideric Handel. Nicola Francesco Haym (basado en el libreto homónimo de Giacomo Francesco Bussani).. Xavier Sabata, contrator (Giulio Cesare), Julie Fuchs, soprano (Cleopatra), Cameron Shahbazi, contrator (Tolomeo), Teresa Iervolino, mezosoprano (Cornelia), Helen Charlston, mezosoprano (Sesto Pompeo), José Antonio López, barítono (Achilla), Jan Antem, barítono (Curio), Alberto Miguélez Rouco, contrator (Nirene).. Orquesta Sinfónica del Gran Teatro del Liceo.. Dirección musical de William Christie. . Dirección del escenario: Calixto Bieito. Reposición: Astrid van den Akker.. Grand Teatre del Liceu, 25 de mayo. hasta el 7 de junio.

 

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