La actriz Ingrid Lobaina comparte su viaje a través de la televisión, el cine y el teatro, que ella describe como un «viaje actoral alineado con sus objetivos. » La interpretación es un componente fundamental de la vida de la joven actriz, estrechamente ligado a una sensación de vitalidad y seguridad. Es un camino que corresponde a tus objetivos y la seguridad de que estás aquí por una razón. . En Cubadebate apareció primero el post Ingrid Lobaina y su carrera como actriz.
La actriz Ingrid Lobaina comparte su viaje a través de la televisión, el cine y el teatro, que ella describe como un «viaje actoral alineado con sus objetivos. » La actuación es un componente fundamental de la vida de la joven actriz, estrechamente relacionado con un sentimiento de vitalidad y seguridad. Es un camino que corresponde a tus objetivos y la seguridad de que estás aquí por una razón. . La primera imagen de Ingrid Lobaina y su carrera como actriz aparece en Cubadebate.
La actriz Ingrid Lobaina comparte su recorrido por la televisión, el cine y el teatro, una trayectoria que define como un «viaje actoral alineado con sus propósitos». Foto: Cortesía de la entrevistada. La actriz Ingrid Lobaina comparte su recorrido por la televisión, el cine y el teatro, una trayectoria que define como un «viaje actoral alineado con sus propósitos». Para la joven actriz, la interpretación es una parte fundamental de su vida, estrechamente ligada a una sensación de seguridad y vitalidad. Es un camino que se ajusta a sus metas y a la certeza de que está aquí por algo. Su incursión en las artes escénicas comenzó a los siete años, a través de un taller derivado de la compañía de teatro infantil La Colmenita. Tras la disolución de este espacio y por recomendación de su líder, Ingrid acudió a la Colmenita Central, donde conoció a Carlos Alberto Cremata (Tin) y al resto del equipo. Permaneció en el teatro ininterrumpidamente hasta los quince años, cuando ingresó a la Escuela Nacional de Arte (ENA), donde continuó profundizando en el arte escénico. Al graduarse, ingresó por un tiempo al Teatro El Público, bajo la dirección de Carlos Díaz. Finalmente, decidió ingresar a la Universidad de las Artes en la Facultad de Medios Audiovisuales (FAMCA). «La aportación de la interpretación a mi vida personal es innumerable. Una de las más importantes ha sido ayudarme a superar la timidez al expresarme en público», afirma Ingrid. Foto: Cortesía de la entrevistada. Durante los cinco años que duró su formación en la FAMCA, se mantuvo alejada del teatro y sólo hizo algunos trabajos en televisión. Uno de ellos llegó gracias a Rolando (El Chino) Chong, quien, en su segundo año de carrera, contactó con ella para interpretar a una mujer transexual en la serie Rompiendo el silencio. Tiempo después, ya en quinto año y en plena producción de su tesis, «El Chino» Chong volvió a convocarla para participar en la segunda temporada de la serie, esta vez en un nuevo personaje. «La aportación de la interpretación a mi vida personal es innumerable. Una de las más importantes ha sido ayudarme a superar la timidez al expresarme en público», dice Ingrid. «De hecho, antes de subir al escenario, siempre he pasado por pequeñas crisis de pánico, pero he aprendido a controlarlas gracias a los ejercicios de interpretación y al trabajo psicológico. Son terapéuticos», concluye la actriz. Durante el rodaje de la serie Calendario. Foto: Cortesía de la entrevistada. -Muchos espectadores admiraron su trabajo en Calendario ¿Cómo llegó a formar parte de esta aclamada serie? «A Calendario llegué gracias a Magda González, directora de la serie, que fue mi profesora de dirección en la FAMCA. Fue muy divertido porque muchos de mis compañeros no conocían mi vinculación con la interpretación por el tiempo que estuve lejos de ella. Me preguntaban: ‘¿De dónde vienes? ‘, mientras que otros decían: ‘ ¡Mira a la chica nueva! o «¡La nueva actriz! ‘»-¿Cuáles eran sus expectativas cuando llegó al casting de Calendario? ‘ De hecho, llegué sin expectativas porque, a veces, los criterios de selección se basan en aspectos muy concretos. Apegarse demasiado al resultado de un casting puede ser perjudicial e incluso desmotivador para cualquier artista. «Me presenté sin creer que conseguiría el papel, pero feliz por la oportunidad de audicionar, ser visto y, finalmente, haber conseguido el papel», dijo el entrevistado. -¿Qué representó Calendario para alguien poco reconocido en televisión por sus limitadas incursiones en ese medio? «Calendario cambió mi vida por completo. Después de la serie, sentí que la gente me conocía y me reconocía. Fue un fenómeno interesante, una transición de ser una actriz inadvertida a convertirme en una referencia para los espectadores». Me paraban por la calle para hablar de mi trabajo y de la serie en general, para discutir, lo que fue una experiencia novedosa. También lo noté en las redes sociales, donde el número de seguidores aumentó considerablemente. «-Desde el punto de vista del actor, ¿cuáles fueron los mayores retos que le impuso el personaje? A nivel interpretativo, fue un reto dar vida a un personaje con diez años menos de los que yo tenía cuando empecé la serie. «Fue un reto tanto a nivel de caracterización física como psicológica, lo que me llevó a agradecer profundamente a Magda que me confiara esta gran responsabilidad». Foto: Cortesía de la entrevistada. -En El derecho a soñar interpretaste un personaje completamente distinto al de Calendario. ¿Cómo llegó a esta novela? «A El derecho a soñar no llegué precisamente por casualidad, porque siempre hay personas clave que determinan tu entrada en un proyecto». Fui convocada por Yailín Coppola, mi profesora de actuación en la ENA, quien me explicó los detalles de la novela y me propuso hacer un casting. «-¿Cómo valoras esa experiencia? Fue espléndida. Tuve la oportunidad de compartir escena con actores de la talla de Rubén Breña -que ocupa un lugar muy especial en mi corazón-, Jorge Martínez y Roberto Perdomo, entre otros grandes criterios de la actuación. «» Creo que tu decisión se basó, sobre todo, en tu intuición y seguridad al elegir el reparto. Más allá de cualquier preocupación por la apariencia, confió en su capacidad para conducirme en un proceso enriquecedor, no sólo por el resultado en pantalla, sino también por lo vivido detrás de cámaras. «-Usted es muy versátil en sus papeles. ¿Utilizas algún patrón para transitar por diferentes zonas actorales»? Cada actor, más allá de su formación académica y teórica, va construyendo poco a poco su propio método. «En mi caso, no me atrevo a mencionar una escuela concreta como guía. A veces siento que lo más importante en la formación de un personaje es la flexibilidad y la capacidad de adaptarse a las circunstancias». No todos los actores, directores y proyectos son iguales. Tener ideas preconcebidas no siempre funciona, porque cada producción tiene su propia dinámica. Por eso, mi planteamiento es trabajar desde la sinceridad. «Foto: Cortesía del entrevistado. -Dentro de su carrera, ¿qué rasgos cree que son más relevantes»? Desvirtuaría la diversidad de edades y características físicas de los personajes que he interpretado. Como creo que sólo una persona puede darme todo lo que quiero, esto me ha permitido vivir muchas vidas. «A través de la interpretación, puedo explorar otros tiempos, espacios, cuerpos, géneros y orientaciones sexuales, lo que enriquece enormemente mi experiencia artística y personal». -Sé que en el thriller Nora, próximo a la postproducción, asumes el papel protagonista. Hábleme de esta nueva aventura. «Es un largometraje de acción dirigido por Roly Peña, con un discurso narrativo centrado en la historia de una mujer infiltrada en una red de espionaje en Estados Unidos». La trama comienza cuando varios espías, como ella, son capturados mientras realizan sus misiones. A pesar del peligro, Nora decide seguir adelante con su encargo. «En el transcurso de la película, su personaje se enfrenta a diversas situaciones que, desde el punto de vista actoral, exigían mucha preparación». Sí, tuve que entrenarme para las escenas de combate cuerpo a cuerpo, el manejo de armas de fuego y la conducción de coches en situaciones de persecución. También interpreté algunas escenas peligrosas, incluso bajo el agua, lo que me llevó a aprender a nadar. «-¿El personaje sólo requería habilidades específicas o también implicaba cambios físicos? También hubo modificaciones físicas. Para lograr la apariencia y la resistencia requeridas para el personaje, seguí un régimen de ejercicios y una dieta para aumentar de peso. «Fue una experiencia que cambió mi vida y la percepción que tenía de mí mismo. Derribé muchas creencias limitantes, me sorprendí haciendo cosas que nunca imaginé». Este proyecto fue un gran reto: me empujó a superar mis límites. Aunque a veces sentí mucha presión, también fue una experiencia gratificante, sobre todo porque conseguí hacer la película. «-¿Quién te acompañó en esta experiencia cinematográfica? Héctor Noas, Aramís Delgado, Patricio Wood, Clara García, Reytel Oro, entre otros. «La película se centra por completo en mi personaje y en los retos a los que se enfrenta para llevar a cabo su misión, regresar sano y salvar a su país», afirma el actor. Por esta razón, no tuve tanta interacción con el resto del elenco, salvo en algunas escenas puntuales». Además, debido al entrenamiento y a la intensa preparación del personaje, pasé mucho tiempo sola. Sin embargo, esto me ayudó a profundizar en el mundo interior de Nora y a conectar con la soledad que ella misma experimenta a lo largo de la historia. «-El público siempre tiene la última palabra. ¿Qué esperas de esta propuesta? Espero que la recibas con el mismo cariño con el que yo la hice. Por ahora, la espera me genera curiosidad y nervios, porque no sé cómo reaccionará el público. «Nora es una película que no sigue los patrones habituales del cine cubano, lo que añade un elemento de incertidumbre». -¿En qué otros proyectos ha trabajado recientemente? El año pasado trabajé con Teatro Aire Frío, dirigido por Eduardo Eimil. Tradujo y adaptó la película Magnolias de acero para llevarla a la escena como la obra Magnolias, en codirección con Yaite Ruiz. «También participé en el largometraje Calle 232, de Rudy Mora, donde tuve la dicha de conocer a Jorge Alí. -Trabajar con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) es una experiencia maravillosa. ¿En qué momento se incorporó a esta organización? «Mi relación con Unicef comenzó hace algún tiempo, a raíz de mi participación en la serie Breaking the Silence. A partir de ahí, colaboré en eventos de la campaña, dedicada a la prevención de la violencia en niños y jóvenes». Con el tiempo, empecé a impartir charlas y talleres de forma voluntaria, hasta que finalmente me propusieron encargarme de la parte audiovisual de estas campañas. «-En cuanto a estas campañas, ¿qué ha conseguido hasta ahora? Hace poco concluí una campaña sobre la infancia y estamos a punto de terminar otra. También hacemos bonitos spots sobre la vacunación infantil y estamos a punto de estrenar otro dedicado a la neonatología. «Además, me siento muy sensibilizada con los temas relacionados con la juventud y la adolescencia»-¿Qué le depara el 2025 a Ingrid Lobaina? Me gusta dejarme guiar por las circunstancias y la provisión. Siempre digo que» los personajes me eligen. «» A veces vivo un poco ajeno a lo que ocurre y no siempre me entero de los castings, pero afortunadamente suele haber alguien que menciona mi nombre en el momento oportuno y me acerca a los proyectos. «Por ahora estoy tranquila, esperando que surja algo nuevo. También estoy dedicando tiempo a planes personales vinculados al mundo de la fotografía y las artes plásticas, dos pasiones muy importantes para mí, aunque no sean tan mediáticas como la interpretación». Antes de despedirse, Ingrid Lobaina (Noemí en la serie Calendario, Heidy en la telenovela Tan lejos y tan cerca, y Nora en el largometraje del mismo nombre) deja claro que su carrera se define por vers. Como ella misma reitera: «Mi vida es un viaje actoral alineado con mis propósitos». (Tomado de Televisión Cubana)
Cultura – Cubadebate