John Eliot Gardiner, en su primer concierto en España tras su agresión a un músico: “Soy otra persona”

El Constellation Choir &amp, Orchestra, un profesor británico que agredió a una cantante hace dos años, hace un viaje al Palau de la Msica de Barcelona para dirigir tres cantatas de Bach. Son el fruto de meses de terapia y reflexión.

  

John Eliot Gardiner (Dorset, Inglaterra, 82 años) no corre en España desde hace casi dos años. Su repentina salida del circuito de conciertos fue el resultado de un escandaloso incidente en el Festival Berlioz de 2023, donde atacó bajo las órdenes de William Thomas entre bastidores. Las disculpas públicas del maestro, que recibió una avalancha de críticas y acabó presentando su dimisión como director de los tres pioneros de la interpretación históricamente informada que había fundado (el Monteverdi Choir, los English Baroque Soloists y la Orchestra Révolutionnaire et Romantique) no fueron suficientes, lo que avivó los rumores sobre una retirada definitiva. Este miércoles por la tarde, tras meses de «terapia y reflexión», Gardiner se presentará en el Palau de la Música Catalana al frente de su nueva formación, The Constellation Choir & amp, Orchestra, integrada por varios de los 123 músicos especialistas que solicitaron por carta su reincorporación. Con ellos abordará los tres cantones conservados de Bach para el Domingo Jubilar en lo que promete ser un viaje que comienza «con la melancolía más angustiosa y culmina en una celebración eufórica», se sincera el director por vídeo desde Palma de Mallorca durante la primera entrevista que concede en más de un año. Más informaciónLa emoción del violento y genial John Eliot Gardiner en su regreso a los escenarios ¿A qué ha dedicado este tiempo alejado de los focos? Respuesta. reflexionar sobre lo ocurrido. Ha sido una experiencia muy alentadora, una verdadera llamada de atención sobre las pautas de comportamiento y las líneas que nunca se deben cruzar. Los músicos trabajan bajo mucha presión, pero eso no justifica en absoluto mi reacción. Q. ¿Ha tenido acceso a la conversación de William Thomas? He estado en contacto con él y espero que le vaya bien. Lo que ocurrió aquella noche fue el resultado de una locura transitoria, causada en parte por las condiciones extremas de calor y humedad. He comenzado un nuevo capítulo de mi vida. Vuelvo a España con humildad, pero también con alegría, a una de las estancias que más han marcado mi cuerpo. P. ¿Qué ha hecho posible este cambio radical? Me he sometido a sesiones de terapia cognitiva de la mano de expertos en salud mental. He seguido un programa de ejercicios y técnicas que me han ayudado a ser mucho más consciente de mí mismo, de mis niveles de tolerancia y de la necesidad de ejercer un mayor autocontrol, incluso ante las provocaciones. Soy otra persona. Q. ¿Y su grupo? ¿Es Constellation un grupo completamente nuevo o solo cambia el nombre? En parte es la misma comunidad, con músicos de siempre y nuevas incorporaciones. Tenemos jóvenes cantantes recién salidos del conservatorio que nos invitan a nuestra sede de Springhead, donde nací y crecí, para participar en talleres de coaching musical, yoga e improvisación. Nuestra visión es más amplia y humanista. Q. ¿Qué enseña a los jóvenes músicos que aún no conocen a Bach? R. Que su música no sólo dejó huella en el Barroco y que podemos encontrar su rastro, por ejemplo, en los ritmos jazzísticos de Nueva Orleans. Cualquiera que escuche la Cantata BWV 95 entenderá lo que quiero decir. Hay algo hipnótico en estas partituras que nos ofrece consuelo, lo que los alemanes llaman trost, sin necesidad de creer en lo más. Y sin embargo, en la música en el castillo del cielo, su monumental retrato de Bach, habla en varias ocasiones de la «voz de Dios». ¿A qué se refiere? De un modo que no puedo explicar con palabras, la música de Bach recalibra nuestra brújula moral. Hay en ella devoción y búsqueda, pero también rebeldía, humor y, por supuesto, duda, como en algunos de sus cantos o en la Misa menor. Así, cuando todo parece desmoronarse, sucede el milagro, lo inesperado. John Eliot Gardiner al frente de su nueva formación, The Constellation Choir & amp, Orchestra, en su debut el pasado diciembre en Hamburgo. Daniel DittusP. ¿Le hubiera gustado recuperar la dirección de los conjuntos que fundó? Son mi familia e hice todo lo que pude para conseguirlo. Pero el consejo de administración no estaba por la labor. Así que cerré una etapa muy importante de mi vida. No les guardo rencor y les deseo lo mejor. La Constelación Springhead me está permitiendo volver a conectar con mis raíces, estrechar un vínculo entre mis dos grandes pasiones: la música y la naturaleza. Q. ¿Qué opina de los dos discos que ha publicado, en su ausencia, el Coro Monteverdi con el que selló, Soli Deo Gloria? R. No los he escuchado, pero hace poco oí a Johnny Sells dirigir el coro en Saint Martino-in-the-Fields. Mi futuro discográfico es incierto, pero sé que hay mucha gente interesada en grabar con nosotros. Deutsche Grammophon, sin ir más lejos, acaba de publicar mi integral de Brahms con el Royal Concertgebouw. P. En su día libró una dura batalla por la concesión de la sede y la asignación de los presupuestos de Monteverdi. ¿Dispone ahora de recursos suficientes? La sede de la Constelación está en Dorset, junto a la granja de mi infancia, y por el momento no tenemos planes de trasladarnos a Londres. Mi prioridad es convertirnos en una organización benéfica para recaudar fondos, ya que los costes, especialmente los de las giras, son muy elevados. Confío en que el nuevo estatus facilite las donaciones. Q. ¿Tendrá el apoyo de su amigo, el rey Carlos III, que le eligió para dirigir la música de su coronación? Espero que sí. Aún no nos ha escuchado, pero estoy seguro de que lo hará. ¿Y cómo funciona el Monteverdi y su constelación, que empezó a escribir durante la pandemia? No ha sido fácil, pero estoy a punto de terminarlo. Se trata de una biografía poco convencional que analiza la revolución musical de Monteverdi en el contexto de una generación de creadores, pensadores y científicos que transformaron nuestra forma de entender el mundo, la naturaleza y el arte. Gente como Galileo, Kepler, Bacon, Rubens, Caravaggio o Shakespeare. Lo importante aquí es la visión de conjunto. Q. ¿Es ésa la lección extraída tras estos meses de reflexión? Sin duda alguna. Ahora confío en los músicos que han decidido acompañarme en este nuevo camino. Y eso se traduce en mejores interpretaciones, como puede comprobar el público de Barcelona. Hay que aceptar los riesgos y los errores como parte del proceso. No hay nada más ridículo que un director solo, al que nadie sigue. El rigor es importante, pero sin ese grado de complicidad mi trabajo no tiene sentido.

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John Eliot Gardiner (Dorset, Inglaterra, 82 años) no corre en España desde hace casi dos años. Su repentina desaparición del circuito de conciertos fue el resultado de un revoltoso incidente en el Festival de Berlioz de 2023, durante el cual atacó en secreto a las órdenes de William Thomas. Las disculpas públicas del maestro, por las que recibió numerosas críticas y acabó presentando su dimisión como director de los tres pioneros de la interpretación históricamente informada que había fundado (el Monteverdi Choir, los English Baroque Soloists y la Orchestra Révolutionnaire et Romantique), fueron insuficientes. Esto hizo correr el rumor de una retirada definitiva. Seguir leyendo.

 

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