La documentalista de España exhibe, como parte de la agenda de PHotoEspaña, una muestra que explora las marcas dejadas por las rutas españolas en el comercio de esclavos.
Judith Prat, de 51 años y originaria de Altorricón en Huesca, ha estado documentando durante años las cicatrices del mundo que permanecen sin curar. Su perspectiva ha estado presente en los lugares del mundo que han experimentado sufrimiento: la explotación de las minas de coltán en el Congo, los abusos en el Delta del Níger, la violencia llevada a cabo por Boko Haram en Nigeria, y los feminicidios en Ciudad Juárez, México. En su nuevo proyecto, la exposición titulada Aquella niebla, este silencio, que forma parte de la programación de PHotoEspaña y que se trasladará a Zaragoza en septiembre tras su paso por Madrid, explora el doloroso pasado de la esclavitud en España —el último país europeo en abolirla a finales del siglo XIX— y muestra las marcas que este legado aún deja en la actualidad. La exposición realiza un recorrido «histórico, geográfico y visual», siguiendo la trayectoria de los esclavistas en lo que se conoce como el comercio triangular: desde Sierra Leona y Ghana, a través de los puertos de Cádiz y Barcelona, hasta llegar a Cuba, que fue el destino final de muchos esclavos. «Estamos discutiendo una de las más significativas devaluaciones de la humanidad.» «Una historia tan incómoda que aún hoy se evita mencionar», relata la fotógrafa en una conversación telefónica. «No me dedico a la historia ni al análisis político, simplemente soy una artista», afirma luego para justificar un conjunto de respuestas sinceras en las que abordará el racismo sistémico, la restauración y la memoria histórica. Una organización dedicada a la memoria histórica ha denunciado a la Comunidad de Madrid por intentar «limpiar» la imagen del franquismo a través de una muestra fotográfica. La muestra lleva el nombre Aquella niebla, este silencio.
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Judith Prat, de 51 años y originaria de Altorricón en Huesca, ha estado documentando durante años las cicatrices del mundo que permanecen sin curar. Su perspectiva ha estado presente en los lugares del mundo que han experimentado sufrimiento: la explotación de las minas de coltán en el Congo, los abusos en el Delta del Níger, la violencia llevada a cabo por Boko Haram en Nigeria, y los feminicidios en Ciudad Juárez, México. En su reciente trabajo, la muestra llamada Aquella niebla, este silencio, que es parte del programa de PHotoEspaña y que después de ser presentada en Madrid llegará a Zaragoza en septiembre, explora la dolorosa historia de la esclavitud en España —el último país europeo en erradicar esta práctica, a finales del siglo XIX— y refleja las marcas que aún perduran en la actualidad.