La terna se reparte tres orejas sin peso en Fallas

El ciclo comenzó con una muy pobre novela Talavante de presencia que facilitó el trabajo de los toreros

  

Para debutar una feria como la de Fallas viene como debería venir, y más si llegas con vitola de figura de los novilleros, como fueron los casos de Aaron Palacio y Marco Pérez. Pero no fue así, porque fracasó el ganado por la huella y volvió a fallar por el juego. La sorpresa casi explota en la tarde. El más novil de un escaso conjunto de presencia y el más aireado en la muleta. Para Juan Alberto Torrijos, debutante con caballos en Valencia, fue un final de salvación. Después de un tercio caótico de las banderillas, el toro fue liberado en la entrepierna y Torrijos le presentó la batalla como una servilleta. Vibrant, no completamente limpio, pero tan sincero como determinado. Si usted consigue mucho en la racha, también apuesta, combinando muletas estimables con otros de pura y simple voluntad. Cuando el becerro salió de la miga, el pez fue vendido. Una espada deslumbrante desató alegría en el techo. El segundo oído fue fuertemente solicitado. Noble hasta que la santidad era el toro que abrió justo y cuadrado. Derecha, pitones armónicos a la cola, desarrollado nobleza y clase sin condiciones. Y con suficiente fuerza para soportar un largo viaje. Desde la salutación del capotero, tres linternas en las rodillas, hasta los mangos que frotaban la faena, Aaron Palacio encontró la hormiga a su zapato en todo momento. Él estaba a gusto y, aunque sin el calor excesivo de los tendidos, dio muletas de calidad tanto en el toreo redondo como cuando la miga fue izquierda. Todo este trabajo carecía de emoción que también carecía del becerro de Talavante. Novelar la habitación, también más tipo basto, pero de contenido cero. La faena fue un tiro sin sentido y daga, el toro a su, y la servilleta, igual. Sin entenderse y sin ser suficiente la voluntad del torero. Todo terminó con el novil encerrado en tablas y picado. Y música sin una solución de continuidad de la segunda crutch. Otra tontería, que ya es estándar en esta plaza. El novil de la presentación de Marco Pérez en Valencia fue tan noble como insignificante en presencia. Peach de capa, no tenía búhos más completos, ya sea en frente, o en el lado, o en la espalda. Y también de infinita bondad. Marco Pérez, que lo tocó con clase, perdió a un enemigo. En otra larga hazaña, la superioridad del salmaltino era tan evidente que parecía un abuso. Pocos olés reales, música en el aire, y público a favor, aunque sin verdadera rendición. Un debut de primer lugar merecía la presencia de un toro de primera clase. Cuando arrastraron a este toro, el segundo de la tarde, se cumplió una hora de función: otro abuso. El quinto fue otro elemento con muchos pitones que cubren su falta de entidad. Al igual que el resto del novilete, pasó de pura colocación en postes y ya en la milla no tenía nada que ofrecer. Desarmado, con las fuerzas en el límite, cara alta, medio empaquetado, sólo permitió a Marco Pérez mostrar insistencia. Pero no había luz ni se esperaba. Este capítulo también terminó entre las tablas y la gente pidiendo la hora. Sólo pitones y nada más que pitones el tercero que, además, estaba vacío de fuerza y casta. Las ilusiones de Juan Alberto Torrijos descendieron como el propio toro, que cayó en los minutos finales de una hazaña de porfia, de querer, pero de no ser capaz. Talavante / Palacio, Torrijos, PérezSeis novillos de Talavante, muy desigual de presencia, encerrado segundo y tercero, y con más pimientos que el resto, excepto el último, que era el más evidente de todos. Muy noble el primero y con aire en la miga el sexto. No fueron vistos en varas, Aarón Palacio: pinchazo y picazón perdiendo muletas _ alerta _ (oreja), tres pinchazos _ advertencia _ y stung (saludos). Marco Pérez: Stocada tendida (oreja), punazo perdiendo muletas y estiba (saludos). Juan Alberto Torrijos: punción (saludos), muletas perdidas (oreja y fuerte petición del segundo), Plaza de Valencia, marzo 8. Primero de la Feria de Fallas. A mitad de camino.

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Para debutar una feria como la de Fallas viene como debería venir, y más si llegas con vitola de figura de los novilleros, como fueron los casos de Aaron Palacio y Marco Pérez. Pero no fue así, porque fracasó el ganado por la impresión y fracasó de nuevo por el juego. Seguir leyendoTalavante / Palacio, Torrijos, PérezSeis novillos de Talavante, presencia muy desigual, segunda y tercera bancos, y con más pitones que el resto, excepto el último, que era el más aparente de todos. Muy noble el primero y con aire en la miga el sexto. No se vieron en postes,. Aaron Palacio: pinchazo y picazón perdiendo muletas _ aviso _ (amarillo), tres pinchazos _ advertencia _ y stung (sludge).. Marco Pérez: Stocada tendida (oreja), punazo perdiendo muletas y estiba (saludos).. Juan Alberto Torrijos: punción (saludos), muletas perdidas (oreja y fuerte petición del segundo),. Plaza de Valencia, marzo 8. Primero de la Feria de Fallas. A mitad de camino.

 

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