“Necesito ‘+10K’ al mes para vivir bien”: la mística del ‘criptobro’ asalta la cultura

El nuevo corto de Gala Hernández y películas como ‘Materialistas’ exploran cómo el ideal del gestor financiero es el nuevo espejismo de la buena vida

  

Pol Gascó tiene 21 años y sueña con conducir un Lamborghini azul celeste, vivir en Miami y ganar más de 10K (10.000 euros) al mes. Para lograrlo, escucha podcasts sobre bitcoins, ha leído varias veces Piense y hágase rico y ha colgado un “mapa de sueños” junto a la pantalla de su ordenador. “Cuando más lo visualizas, más lo atraes”, dice sobre su collage de postales que muestran billetes de 50 euros, la estatua de la Libertad, una mansión acristalada con piscina infinita y el modelo de coche que aspira a conducir por Segur de Calafell (Tarragona), donde vive con su abuela y su chihuahua, hasta que pueda mudarse a Estados Unidos. Como dicen los amigos con los que queda en parkingspara echar la tarde, Pol quiere romper la “cadena de pobreza” de su familia. Aspira a ser la mejor versión de sí mismo, se ejercita a conciencia y paga a una academia de asuntos financieros pese a que varias asociaciones la acusen de ser una “criptosecta”. Pol solo quiere atraer la riqueza a su vida para poder ayudar a su abuela y que los pobres dejen de serlo. Por eso cada noche escribe decenas de veces la misma frase en una libreta: “Estoy agradecido de ser diamante y generar 10K al mes”.. Imagen de ‘+10K’, de Gala Hernández. En la imagen, Pol dentro de un ‘render’ de su mansión soñada en Miami.Nueve cartas. Pol es el protagonista de +10K, el nuevo cortometraje documental de Gala Hernández López tras hacerse con el Premio César en 2024 por su primer corto documental, La mecánica de los fluidos. Se estrenó mundialmente en el festival de Cannes, fue el Mejor Cortometraje Documental Internacional en el Festival de Cine de Guanajuato (GIFF) y competirá en la sección oficial de cortometrajes de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), que empieza este viernes.. Si en su primer trabajo exploró la soledad del incel, en +10K, la española instalada en Francia se adentra, sin prejuicios, en la vida de los chavales rendidos al góspel de los bro financieros. Al contrario de todos los influencers a los que sigue, su protagonista es un joven tierno y melancólico que ignora las bondades del Estado del bienestar por haber crecido bajo la losa de la crisis. Hipnotizado por las cifras mágicas de sus apps de bitcoins en la soledad de su habitación, aspira a hackear el sistema para lograr un acceso VIP a su propio búnker de prosperidad, su salvavidas frente a las incertezas del presente. “Tenemos más en común con Pol de lo que creemos”, asegura al teléfono esta cineasta e investigadora.. No solo aprendices de Llados. Hernández ideó su corto impactada por La criptosecta ha secuestrado a nuestros hijos, reportaje de los periodistas Rebeca Carranco y Jesús García Bueno publicado en EL PAÍS en 2022, sobre la cuarentena de familias que denunciaron a IM Academy, una academia financiera que congregó a 9.000 jóvenes venidos de toda Europa en un pabellón de Badalona. “Cuando vi las fotos del acto me quedé fascinada. Casi todos los asistentes eran chavales. Necesitaba saber por qué estaban ahí y qué les había llevado a esa cosmovisión”, explica la cineasta.. La creadora contactó con esas asociaciones, con periodistas y con familiares de afectados. Tras visitar varios eventos de academias de educación financiera, su directora de casting encontró al protagonista, Pol Gascó, en uno de sus actos. “Es un chaval que desprende mucha empatía y conserva cierta inocencia. No es un Amadeo Llados de la vida. Él quiere ayudar a su abuela e incluso a más gente a generar riqueza, tiene una visión de comunidad. Pol podría haber salido de otra manera, o tener otras luchas, solo que le han chupado la atención desde ese lado de la balanza”, apunta la creadora.. Gala hernández, en el centro y de azul, en un momento de su corto ‘+10K’.Nueve cartas. Las cámaras de Hernández acompañan a Gascó a uno de los macroeventos de criptoinfluencers en el WiZink Center de Madrid [hoy Movistar Arena]. Allí, Pol gritará al unísono con miles de asistentes, lanzando un desgarro colectivo al vacío, al imaginarse sus billetes de 50 euros ardiendo. Es como contemplar el éxtasis de una misa evangélica, pero con creyentes del dinero. “Una podría mirarles por encima del hombro y pensar que son idiotas, que claramente les están estafando. Hay que alejarse de ese desdén”, aclara Hernández. “Que estos eventos sean capaces de reunir a miles de personas congregadas es un síntoma de lo mal que va el sistema. Esos jóvenes pertenecen a una generación que tiene una sensación de futuro perdido y condenado a la precariedad. Y es en esa mística del dinero donde han encontrado una fe, la respuesta a sus males”, enfatiza sobre esta nueva generación turbocapitalista que ha idealizado el dinero tal y como lo hicieron los yuppies convertidos en brokers de la bolsa en los ochenta. Después de todo, estos nuevos criptobros son la versión depurada de Patrick Bateman en American Psycho (2000), Bud Fox en Wall Street (1987) o Sherman McCoy en La hoguera de las vanidades (1990).. Qué es la buena vida. La obsesión por ganar más de 10K al mes no solo atormenta al protagonista del corto de Hernández. Entre 80 y 100K anuales es lo que exigen ganar a sus futuras parejas los clientes de Lucy (Dakota Johnson) en la reciente Materialistas, la película de Celine Song sobre una casamentera que se gana la vida buscando pareja para sus clientes. Más allá de la matemática de la pareja, en 2025, cuántasK debes ganar al año para ser feliz es la pregunta viral del momento. Esa duda generará miles de comentarios en redes por lo disociado de las respuestas en función del barrio rico o pobre en el que personas anónimas respondan. En España, la ha popularizado en televisión Thais Villas desde el programa El intermedio, pero en redes es un clásico llamado a ser viral sin importar el país en el que se pregunte.. Lejos han quedado los días en los que se hacía referencia a la paradoja del economista Richard Easterlin a propósito de cómo ganar más dinero no nos hacía más felices. Ahora lo que se estila es repetir lo que dos premios Nobel de Economía como Daniel Kahneman y Angus Deaton han cuantificado: que ganar 100.000 euros al año, unos 8.300 euros al mes, es la cifra ideal para alcanzar la felicidad. Y esa fantasía del superrico ha calado especialmente entre los más jóvenes. Una encuesta de 2024 de la firma financiera Empower reveló que los consultados de la generación Z creen que se deben ganar 500.000 euros al año para alcanzar el “éxito financiero”, mientras que para los milenials la cifra eran 180.000 euros y 85.000 para los boomers.. Fotograma de ‘+10K’.Nueve Cartas. ¿A qué se debe este desfase entre mayores y jóvenes? El antropólogo Emilio Santiago Muiño enumera cuatro razones: “Incremento estructural de las desigualdades, victoria cultural neoliberal, sobrecompensación ante la cronificación de la precariedad y derrota del proyecto político, socialista y popular”, contesta en un intercambio de correos electrónicos. El científico del CSIC analiza parte de esta problemática en Vida de ricos, el ensayo que ha publicado con Lengua de Trapo y Círculo de Bellas Artes. En el texto, Santiago Muiño defiende que la izquierda debe abandonar los discursos de contención para recuperar y adaptar a nuestros tiempos la idea del “lujo comunal” que defendió la revolución del 68. Para ganar al neoliberalismo, la batalla por el deseo, sostiene, debe recuperar la reivindicación de lo aspiracional. “El éxito neoliberal tiene mucho de estafa piramidal: muchos serán los llamados, pero pocos los elegidos. Esa es una máquina perfecta para generar problemas de salud mental y grandes dosis de frustración”, diagnostica.. Para la directora +10k, que rompe la cuarta pared en su corto con una conversación con Gascó sobre sus ambiciones en la vida, los ideales se problematizan cuando nos adentramos en lo libidinal: “Todos tenemos una relación bastante perversa y contradictoria con el dinero. Yo, al mismo tiempo que digo que no quiero hacerme rica, también quiero vivir bien. Pero ¿qué es vivir bien? Quiero que el espectador también se haga sus propias preguntas”.

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Pol Gascó tiene 21 años y sueña con conducir un Lamborghini azul celeste, vivir en Miami y ganar más de 10K (10.000 euros) al mes. Para lograrlo, escucha podcasts sobre bitcoins, ha leído varias veces Piense y hágase rico y ha colgado un “mapa de sueños” junto a la pantalla de su ordenador. “Cuando más lo visualizas, más lo atraes”, dice sobre su collage de postales que muestran billetes de 50 euros, la estatua de la Libertad, una mansión acristalada con piscina infinita y el modelo de coche que aspira a conducir por Segur de Calafell (Tarragona), donde vive con su abuela y su chihuahua, hasta que pueda mudarse a Estados Unidos. Como dicen los amigos con los que queda en parkings para echar la tarde, Pol quiere romper la “cadena de pobreza” de su familia. Aspira a ser la mejor versión de sí mismo, se ejercita a conciencia y paga a una academia de asuntos financieros pese a que varias asociaciones la acusen de ser una “criptosecta”. Pol solo quiere atraer la riqueza a su vida para poder ayudar a su abuela y que los pobres dejen de serlo. Por eso cada noche escribe decenas de veces la misma frase en una libreta: “Estoy agradecido de ser diamante y generar 10K al mes”.. Seguir leyendo

 

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