Diego Urdiales pasó entre silencios mientras Roca Rey y Rafa Serna cortaban las orejas en una corrida sin brillo y muy blanda de El Torero.
La plaza de Las Ventes volvió a estar en el suelo una tarde más. Cuando el tercer toro de la tarde murió a manos de Roca Rey, los pañuelos -no quedó claro si en su mayoría- en petición de la oreja para el torero peruano. La petición fue insistente porque los mutililleros se retrasaron en su labor, pero el presidente se mantuvo firme y no la concedió. Cuatro espectadores, no muchos más, tocaron palmas de luz mientras el toro era arrastrado, el torero se refugió en el callejón, y cuatro más. Ni ovación, ni saludo, ni protesta al palco. Nada de nada. Cuál era el sentido de la petición entonces? Inexplicable, si no fuera por la ligereza formativa de este público moderno que, felizmente, llena la plaza, y el aluvión, también, de festiva ignorancia. Pero este es el signo de los nuevos tiempos. ¿Merecía King Rock el trofeo? Decidido estaba desde el principio, como es habitual en este torero. Recibió a su primero con verónicas y delantales, saludó al subalterno Viruta en banderillas, y Roca se arrodilló en los medios en el último tercio y encadenó dos mutetazos cambiados por la espalda, otros dos por alto y el hombre de pecho que amaba la plaza. El animal era bueno, como todos sus hermanos, pero de invalidez manifiesta, lo que no impidió que Roca apretara hasta la última gota de sus pocas fuerzas. No fue una faena de oreja, pese a la loable actitud del torero. Sí pasó el quinto, otro bendito, noble y sosso, en la primera parte de una larga faena que levantó el vuelo en los tres últimos lados con la mano derecha, en los que toro y torero se entendieron en templados y ligados a los que siguieron varios circulares que terminaron por convencer al respetable. Otro trofeo paseó el confirmante Rafa Serna, que no desentonó en su presentación pese a lo poco que ha catado desde que tomara la alternativa allá por 2017 en Sevilla. Se gustó con el capote en garbanzos verónicas y tafalleras en su primero, y esperó de rodillas en los medios al sexto con una larga cambiada ceñida, y un racimo posterior de verónicas, y luego un galletón por chicuelinas para llevar el toro al caballo, rematado con una vistosa llamarada. Mulette en mano mostró entrega, valor y, curiosamente, más trabajo del que se presumía. La primera se acabó muy rápido, y la sexta le dio unas respetables tanganas por ambas manos. El toro se defendía soltando la cara en cada encuentro, y de milagro se salvó del percance. Una estocada caída no le impidió pasear una oreja que había asaltado por unos tendios convencido de la decisión del torero. Peor suerte y mala tarde tuvo Urdiales. Su primero fue una burria, y su cuarto, que se repitió con más frecuencia en una muleta, produjo pases incoloros y superficiales sin hacer ningún clamor. Por cierto, en otros años no muy lejanos, varios toros esta tarde hubieran sido devueltos a los corrales por su manifiesta invalidez. Pero si alguien duda de que los tiempos han cambiado, lo de esta tarde es una prueba infalible. Bonitos, odiosos, muy blandos, pero los seis han muerto en el rudo sin merecerlo. El Torero / Urdiales, Roca, SernaToros de El Torero, justos de presentación, mansos, inválidos, muy nobles y abatidos. El cuarto fue el único que cumplió en varas y repitió en el tercio final. El Rey Roca: estocada (petición y leves palmas), _ tocada _ baja (oreja), y pinchazo, perpendicular y contrario a la estocada _ aviso _ (silencio), estocada (silencio). Rafa Serna, que confirmó la alternativa: estocada trasera y caída (silencio), estocada caída (oreja). 29 de mayo. Décimo octava corrida de la Feria de San Isidro. Lleno de ‘no hay billetes’ (22, 964 espectadores, según la empresa).
Feed MRSS-S Noticias
La plaza de Las Ventes volvía al suelo una tarde más. Cuando el tercer toro de la tarde murió a manos de Roca Rey, los pañuelos -no quedó claro si en su mayoría- en petición de la oreja para el torero peruano. Los mutililleros se retrasaron en su trabajo, por lo que la petición fue insistente, pero el presidente se mantuvo firme y no la aceptó. El toro fue arrastrado, el torero se refugió en el callejón y cuatro espectadores, no muchos más, tocaron palmas ligeras. Seguir leyendo El Torero / Urdiales, Roca, SernaToros de El Torero, justos de presentación, mansos, inválidos, muy nobles y descolgados. El cuarto fue el único que cumplió en varas y repitió en el tercio final.. Diego Urdiales: pinchazo, perpendicular, y frente a stocada _ aviso _ (silencio), stocada (silencio), . Roca Rey: estocada (petición y leves palmas), _ aviso _ estocada baja (oreja).. Rafa Serna, que confirmó las alternativas de estocada trasera y caída (silencio), y estocada caída (oreja). . Plaza de Las Ventes. 29 de mayo. La Feria de San Isidro cumple su 18ª edición. Lleno de ‘ no hay billetes ‘ (22, 964 espectadores, según la empresa).