Polémicas, cansancio, incendios e incertidumbres: ¡Bienvenidos a los 97º premios Oscar!

Este domingo se entregan los grandes premios del cine mundial a una gala donde no hay un claro ganador, con películas que llevan meses en el circuito cinematográfico y con la polémica por los tuits de Karla Sofía Gascón en el primer plano de la discusión.

  

Para responder a la pregunta de cuál será la película ganadora del Oscar de este 2025, la que pase a la historia, la que descarte el champán, primero hay que hacerse otra pregunta: ¿qué es ser la ganadora del Oscar? ¿La que se lleva el premio a la mejor película? ¿La que consigue más estatuillas? ¿La que obtiene mejor ratio en la conversión entre opciones y beneficios? Este año, más que nunca, probablemente habrá que hacer una media de todas esas características para proclamar un vencedor, si es que lo hay. Entre todos, en unos premios llenos de incertidumbres y con las nominaciones muy repartidas, Anora apunta maneras. Pero también habrá que rendir cuentas por un perdedor, aunque para ese puesto varios tienen papeletas. Los concursantes en la carrera hacia los Oscar llegan con la sonrisa puesta, pero agotados. Algunas películas han tenido carteles y meses promocionales, como el estreno de Dune: Parte 2 hace un año. Otros no parecen haber abandonado el circuito de premios, festivales y alfombras rojas, como Emilia Pérez, La substancey Anora, que ganó en Cannes en mayo (la primera por su reparto y premiada por el jurado, la segunda en la categoría de guión, la tercera como mejor película). La batalla ha sido larga, intensa y, sobre todo, cargada de disputas. Más detallesCuando se centre la gala del domingo y se conozca el desenlace, habrá pasado exactamente un mes desde que resucitaran los antiguos tuits de Karla Sofía Gascón con tuits ofensivos y racistas, que desataron la mayor polémica de la temporada, la conversación más incómoda y repetida de Hollywood, antes del uso de la inteligencia artificial en The Brutalist y el blackface de la actriz Fernand Torres. Gascón parece haberse redimido y estará en la gala, pero el fuego no está, ni mucho menos, apagado. Gascón levantando la estatuilla es muy difícil, casi imposible. Empezó la temporada fuerte, con muchas papeletas, al igual que su rival Mikey Madison (Anora), pero se ha deshidratado mucho más que éste, todas las apuestas especializadas le dan como la opción menos probable para ganar. Además, ha sido desaparecida y castigada por Netflix en la recta final de los premios del mes grande. Por otro lado, Madison ha recuperado empaque en esta trituradora final, sobre todo tras ganar el Bafta. Sin embargo, todo hace pensar que la ganadora será la multipremiada Demi Moore por The substance, con permiso incluso de Fernanda Torres (Sigo aquí), que se llevó el Globo de Oro, Cynthia Erivo (Wicked) sólo subirá al escenario a cantar. La interpretación femenina es este año una de las categorías más disputadas, tanto en el apartado de protagonistas como en el de reparto. En este último también podrían notarse los estragos del desastre mediático causado por el huracán Gascón. El Oscar de Zoe Saldaña parecía (y parece, aún) garantizado, pero quizá los académicos -que votaron del 11 al 18 de febrero- quieran castigar del todo a Emilia Pérez y dárselo a Ariana Grande o Isabella Rossellini. Lo mismo puede ocurrir con la mejor canción: The Wrong (interpretada por Saldaña) parece encabezar las apuestas, pero puede que los votantes la dejen fuera, junto con My Way (interpretada por Selena Gómez). Con 13 nominaciones, es la película con más opciones del año y la que más candidaturas logra en la historia no sólo en español, sino en un idioma distinto al inglés. Pero los polémicos tuits de su protagonista y su mala acogida en México y en algunos países latinoamericanos pueden llevarla a uno de los mayores fracasos de la 97 edición de los premios. Las nominadas al Oscar Demi Moore, Cynthia Erivo y Zoe Saldaña, en un acto previo de los Oscar, el 25 de febrero de 2025. Mario Anzuoni (REUTERS) En cuanto a la interpretación masculina, todo parece indicar que Adrien Brody (El brutalista), aunque con Timothée Chalamet (Un completo desconocido), se llevará los talones. El reparto, por su parte, puede tener ya grabado el nombre de Kieran Culkin por Un dolor real, si no, sería la sorpresa de la noche, torcida si se lo lleva su viejo hermano en la ficción (Jeremy Strong por El aprendiz). En animación, parece que el gigante Pixar se quedará a las puertas con el segundo anhelo del reverso para el emotivo Wild Robot. Hay más dudas entre los directores. Parece difícil que la única mujer nominada, Coralie Fargeat, supere la sustancia. De momento, Sean Baker, de Anora, parece encabezar unas apuestas que no fallan con Brady Corbet, de The Brutalist. Precisamente estos dos compiten por el premio gordo, el de mejor película. Frente al pequeño cuento de hadas de un chaval muy listo (a veces) y con pocos escrúpulos dispuesto a cambiar su vida más por amor que por dinero, está la épica historia (con intermedio) de un arquitecto húngaro rehaciendo su vida, no fácilmente, en los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. La sorpresa puede darle un punto intermedio: el de una historia clásica de papas en el Vaticano que se convierte-como se dijo con agudo humor en los premios de los actores-en mucho de Gossip Girl 2. 0 llena de secretos y mentiras. Cónclave podría ganar, pero no lo tiene fácil. Anora llega a la recta final, más que El Brutalista. De ser así, sería la segunda película en ganar la Palma de Oro y el Oscar en Hollywood, tras los Parásitos surcoreanos, en 2019, y la primera estadounidense en hacerlo. El equipo de ‘ Anora ‘ recoge un premio, en manos de Mikey Madison, en los Spirit Awards de cine independiente celebrados en Santa Mónica, California, el 22 de febrero de 2025. Daniel Cole (REUTERS) Los premios se repartirán en una ciudad aún conmocionada por los incendios con los que comenzó el año, algo que estará presente seguro en la gala de este domingo, presentada por Conan O’Brien. A principios de enero -justo después de los Globos de Oro- Los Ángeles comenzó a arder, sobre todo en la zona de Pacific Palisades y Malibú, al suroeste, y en Pasadena y Altadena, al noreste. El fuego ha quemado más de 12. 000 estructuras (casas, negocios, escuelas) y ha dejado 30 muertos, pero también una enorme herida en la ciudad, que sigue intentando recuperarse, en un esfuerzo que durará años. La Academia retrasó dos veces sus nominaciones y su periodo de votación por este motivo, y se canceló el clásico almuerzo de nominados, por lo que es de esperar un homenaje a la casa del cine. Lo que no está tan claro es si, además de los fuegos y las polémicas, estará presente el otro gran elefante de la sala: Donald Trump. No es que el presidente vaya a aparecer por el teatro Dolby, en las antípodas de ser el lugar más acogedor para él, pero lo que no se sabe es cuán grande será su presencia en los discursos, si habrá críticas, directas o veladas, a su línea ejecutiva. Durante la temporada, sólo Jane Fonda se ha animado a decir unas palabras contra él, aunque sin pronunciar su nombre. Falta ver si Hollywood querrá alzar la voz cuando todos lo observen o preferirá callar y recrearse en la espuma del champán.

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Para responder a la pregunta de cuál será la película ganadora del Oscar de este 2025, la que pase a la historia, la que descarte el champán, primero hay que hacerse otra pregunta: ¿qué es ser la ganadora del Oscar? ¿La que se lleva el premio a la mejor película? ¿La que consigue más estatuillas? ¿El que consiga una mejor relación en términos de conversión entre opciones y beneficios? Este año, más que nunca, probablemente tendrá que elegir una puntuación global de todas esas características para declarar un ganador, si es que hay uno. Anora apunta algunas cosas en premios llenos de incertidumbres y con las nominaciones muy repartidas. Sin embargo, también habrá que tener en cuenta a un perdedor, a pesar de que muchos tengan papeletas para ese puesto. Seguir leyendo

 

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