En las conversaciones donde se reúnen intelectuales, artistas y escritores de ochenta años, la manera de dejar este mundo con un cierto sentido de dignidad se está convirtiendo en un tema de reflexión estética.
Durante mis últimos años en el Café Gijón, asistía con frecuencia a las discusiones del doctor Caldas, un médico gerontólogo, erudito y soñador, con un estilo muy al estilo de Pío Baroja. Al final de su extensa vida, decidió obsequiarme una receta para el suicidio, un presente que luego compartí con algunos amigos del grupo. Estábamos jugando a ese juego. En las charlas donde están presentes intelectuales, artistas y escritores de avanzada edad, la manera de salir de la vida con dignidad se está convirtiendo en un tema de reflexión estética. Generalmente, el suicidio es abordado con humor negro por muchas personas. Es evidente que todos desearían fallecer mientras duermen, pero esa es una gracia que solo los dioses pueden otorgar. En este contexto, si lo mencionó durante la reunión, todos contribuyeron con sus ideas creativas, ya sean alegres o oscuras, para enfrentar el desafío de cruzar el charco de esta vida al otro lado. Detalles adicionales. «El feliz pesimismo» o la obra que sirve como banda sonora de una vida marcada por el suicidio. Mientras estaba en Gijón, también compartí mis pensamientos: informé al Dr. Caldas que la altura óptima para saltar al vacío era desde el sexto piso.
Feed MRSS-S Noticias
Durante mis últimos años en el Café Gijón, asistía con frecuencia a las discusiones del doctor Caldas, un médico gerontólogo, erudito y soñador, con un estilo muy al estilo de Pío Baroja. Al final de su extensa vida, decidió obsequiarme una receta para el suicidio, un presente que luego compartí con algunos amigos del grupo. Estábamos jugando a ese juego. En las charlas donde están presentes intelectuales, artistas y escritores de avanzada edad, la manera de salir de la vida con dignidad se está convirtiendo en un tema de reflexión estética. Generalmente, el suicidio es abordado con humor negro por muchas personas. Es evidente que todos desearían fallecer mientras duermen, pero esa es una gracia que solo los dioses pueden otorgar. En este contexto, durante la charla, cada persona compartía su propia visión, ya fuera creativa, sutil o sombría, sobre cómo realizar el salto de esta vida hacia la otra.